La G de los ERE

Los socialistas andaluces son unos cachondos. Porque si nos los tomásemos en serio deberíamos colegir inmediatamente que son unos ignorantes pata negra. O simplemente una banda. ¿Pues no van y dicen que están haciendo un ejercicio irrestricto e incondicional de transparencia? ¿Pues no van y añaden que ellos y no otros han colaborado de forma rotunda y proactiva con la justicia? ¿Pues no rematan la jugada concluyendo solemnemente que Griñán no debe asumir ninguna responsabilidad política porque no tenía ni idea de esta histórica chorizada a la que él mismo ponía firma y sello?

En primer lugar, queridos amigos, si la G de los ERE hubiese tenido conocimiento de este fraude, su responsabilidad no sería política sino penal: habrían ido a su casa a esposarlo. En segundo lugar, ¿cómo pueden las gentes de esa hermosa región de España seguir confiando su gestión a quien no tenía ni idea de lo que se coció millonariamente durante un lustro entero en su consejería? En tercer lugar, ¿qué clase de dolor de conciencia tiene el presidente del PSOE, que ha pasado de ser casi denunciado por obstrucción a los tribunales a anunciar con toda la fanfarria un inédito striptease?

Señor Griñán, acabe con esta burla y, si tiene lo que hay que tener, tire de la manta, que no es lo mismo que liarse la manta a la cabeza. By the way, señores Toxo y Méndez, cuando tengan un ratito aclaran algunos de los interrogantes escandalosos sobre sus cuentas tal y como los publicó hace tres días LA RAZÓN; y en otro huequecito dicen algo, lo que sea, sobre el modo y manera en el que los sindicatos de clase mecían la cuna de los ERE y se lo llevaban muerto. De nada.