Toni Bolaño

La gran estafa

El gobierno catalán ha vuelto a mover pieza. Ha puesto de largo al fantasmal Consell Nacional per la Transició Nacional. Mas ha recibido de sus expertos el primer informe sobre el derecho a decidir. El sesudo informe afirma que hay vías legales para que los catalanes se pronuncien sobre la independencia. Vías legales que se sustentan básicamente en el diálogo con España. Si no hay acuerdo, el documento apunta otras vías: elecciones plebiscitarias o declaración unilateral de independencia. En definitiva, nada nuevo. Lo que han dicho los supuestos expertos se ha repetido hasta la saciedad en los últimos meses. Sin embargo, el egocentrismo del nacionalismo catalán obliga a un acto de la escenografía de la nada, con foto incluida para la posteridad.

El documento recomienda diálogo con España. Sin embargo, ese diálogo no se produce. Ni se producirá. Es la gran excusa, la gran estafa. Sin diálogo es imposible el acuerdo. Y sin acuerdo, Artur Mas puede justificar ante los suyos que España le ha dado la espalda y que se siente libre para explorar otros caminos. Hasta hoy, se desconocen iniciativas, contactos o entrevistas entre ambos gobiernos. En pocas palabras, el diálogo no existe. Sólo es un espantajo.

Vivimos envueltos en eufemismos. El lenguaje se prostituye. La política es el campo de juego del enredo. Todo vale para justificar el objetivo final. Volvemos a la trinchera de buenos y malos. El derecho a decidir es democrático. El que está en contra es un fascista. Así de primario se dibuja un escenario colectivo cuajado de una sarta de mentiras. Nada es baladí. Se cuida hasta el detalle más nimio. Ayer, paseando me acerqué a los escaparates del Museu de Història. Error de nombre. Museu de la Història Nacional Catalanista sería más ajustado. Además de libros del pensamiento único, cosillas para entretener al personal. Por 15 euros, una camiseta negra, con el grabado de la estelada, y una leyenda: «Yo de mayor quiero vivir en un país libre». Con este postulado, quién se cree eso del diálogo.