César Lumbreras

La reforma de la reforma

La Razón
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Lo que era un secreto a voces en Bruselas tomó carta de naturaleza la semana pasada, cuando el comisario de Agricultura reconoció que propondría una «reforma de la última reforma de la PAC», siempre y cuando constatase que había una mayoría en el Consejo de Ministros de Agricultura que la apoyase. Lo hizo en el marco de los debates sobre la batería de medidas que ha planteado Phil Hogan para simplificar la PAC, especialmente en los puntos relativos al reverdecimiento, las ayudas acopladas y las de agricultores jóvenes. Las delegaciones de España, Francia e Italia, entre otras, se han opuesto a que se reabra el melón de la PAC y a que se modifiquen los reglamentos de base de la última reforma. Hay otra serie de Estados miembros, entre los que se encuentran Alemania, Reino Unido o Suecia, que quieren cambios profundos.

Todo lo anterior demuestra, primero, que la propuesta de reforma que planteó el anterior comisario, Dacian Ciolos, era mala. Deja claro que los cambios que introdujeron los ministros en el texto inicial y que se plasmaron en el acuerdo final tampoco fueron los más adecuados. Resulta inconcebible que antes de que se hayan aplicado la totalidad de las normas ya se esté planteando cambiarlas. Mientras tanto, los beneficiarios de las ayudas contemplan atónitos que se hable permanentemente de simplificación y, luego, los resultados apunten en sentido contrario.