Iñaki Zaragüeta
Las grietas de la Ley
Algo falla en nuestro sistema. Aquí hay demasiados casos de prescripción de penas y de delitos. Hoy informamos del «affaire» de José María Tabares en el IVEX quien, después de ser condenado y gracias a los recursos que la Ley le otorgaba, huyó y eludió la cárcel.
Es uno más. Hace unos meses, publicamos que los delitos de Antonio Anglés habían prescrito, de forma que podría pasearse con total impunidad por las calles de su pueblo.
¿Qué decir de quienes se las arreglan para lograr la anulación de las pruebas?. Hay unos cuantos personajes libres por ese asunto. O, el de hace unos días, el chino acusado de evadir decenas de miles de millones de euros y, por un despiste judicial, obtuvo el beneficio de salir de la prisión en la que todavía debería estar.
El entorno legal se agrava si reflexionamos sobre la devolución del dinero robado, estafado o evadido. ¿Quién lo devuelve?. Nadie. Quien finalmente es condenado, con los beneficios penitenciarios, en un «plis plas», se encuentra disfrutando del tesoro procedente del delito.
Eso sí, el ciudadano de a pie declara el IVA con un día de retraso y ni la caridad lo libra de todo el peso de la Ley. ¡Qué cosas!. Así es la vida.
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