Embarazo

Las nuevas «mamies»

La Razón
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Decir «mamie», en francés, suena mejor que abuela. El término no es peyorativo, pues se puede ser abuela a edad temprana. Cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera. Aunque ello no es extensible a la vida de un hijo. Una mujer que será madre a los 62, ¿es madre o abuela? Biológicamente, es lo primero, pero su edad la coloca en el «club» de las abuelas. A los 60 –y no me vale eso de «los 60 son los nuevos 50»–, no se tienen ni las energías ni la actitud –por joven psicológicamente que se pueda sentir–, recomendables para criar a un hijo. Hace unos años, los ginecólogos ponían el grito en el cielo ante el fenómeno –ahora superado con creces–, de mujeres que decidían ser madres a los 40. Si a esa edad se era «mayor» ginecológicamente hablando, ¿qué se es a los 60? ¿Una momia? Y, ¿qué hay de la esperanza de vida? Imaginemos que viva 20 más, dejaría huérfano al hijo a los 20. Por supuesto, se puede rebatir mi argumento alegando que un progenitor puede morir a cualquier edad. Empero, no es lo mismo. Si la Naturaleza hubiese querido «mamies» en lugar de madres, las mujeres serían fecundas hasta el final de sus días. Obviamente, las hembristas dirán en su descargo que los hombres pueden procrear a cualquier edad. Les doy la razón, la Naturaleza es machista. Si bien, tampoco es recomendable tener por padre a un «papie» –como el caso del padre de Julio Iglesias, que fue padre (¿o bisabuelo?) a los 90–. Psicológicamente se establece tanta diferencia entre ambos que da lugar a más problemas que beneficios. Y no me sirve eso del «ser padre a esta edad me ha rejuvenecido». Una cosa es la actitud vital y otra la realidad. Ser madre a los 60 es un acto de egoísmo, no de valor.