Restringido

Las reformas esenciales

La Razón
La RazónLa Razón

Esta semana se ha publicado mi nuevo libro, «La Pizarra de Daniel Lacalle» (Deusto), donde comento las diez reformas esenciales para que España progrese. Lo más importante es darnos cuenta de que hemos conseguido mucho y que hemos reducido los desequilibrios de manera muy relevante desde 2011. Se ha bajado el déficit a la mitad, contamos con superávit primario y se crea empleo a ritmo muy superior a la tradicional correlación con el crecimiento económico.

Pero debemos seguir con las reformas. Es importante revisar el modelo de pensiones para adecuarlo a una población que, gracias a Dios, vive más años y donde la pirámide de población se estrecha. Un sistema de reparto sostenible debe mantener los principios de financiabilidad y de estar adaptado a la realidad demográfica. Ese sistema se financia de manera adecuada con más crecimiento y mayor valor añadido, no con políticas confiscatorias e intervencionistas. Debemos, a su vez, prestar atención a otras importantes reformas. En el libro explico también la importancia de avanzar en una administración orientada a fortalecer el crecimiento económico y facilitar la creación de empresas para crear más empleo. Esa «administración 2.0» no puede ser un obstáculo burocrático e ineficiente, sino una plataforma de apoyo a la economía real y a la inversión. España debe ser consciente de algo importante. Para que exista Estado del bienestar y sector público necesitamos un sector privado –que es el que paga impuestos– potente y exportador. No podemos olvidar la educación. Una educación orientada al emprendimiento, al valor añadido, donde se olvide el concepto «colocarse» para pensar en crear y fortalecer nuestra aportación al crecimiento. España sigue siendo un país con una baja tasa de emprendimiento y de actividad empresarial en la Universidad. Debemos pensar en investigación y desarrollo desde el punto de vista de patentes y empresas creadas, no de gasto. Y pensar en nuestro valor en el mercado de trabajo olvidando la «titulitis» y poniendo como pilar la capacidad de crear nuestro futuro y solucionar problemas. España se enfrenta a unos años complicados con un crecimiento global pobre y un alto endeudamiento. Sólo vamos a salir fortalecidos exportando más y mejor, no escondiendo la cabeza y copiando a las economías estancadas. España es alrededor de un 1% del PIB global y por ello debe mirar al exterior desde el valor añadido y con un gobierno que ponga la competitividad y la creación de empresas como pilares de su política.