Julián García Candau

Liga de empacho

Los aficionados al fútbol acabarán abandonando por empacho. La programación de tantos días seguidos de competición terminarán en hartazgo. Alguien debería explicar las razones de programación tan abusiva y las ventajas, si es que las tiene. El lunes se cerró la quinta jornada y el martes empezó la sexta. Si uno de los argumentos que se arguye para mejorar los ingresos consiste en disputar partidos a las cuatro de la tarde, cuyo fin último es potenciar la presencia de nuestra Liga en Asia, no parece adecuado que se pongan en antena tantos encuentros en sesión continua. El mundo no está dispuesto a sentarse ante el televisor para ver la Liga de las Estrellas, que por otra parte posee menos cada año dada la venta de las mismas a clubes extranjeros. Al margen de la presencia permanente del fútbol en las televisiones, hay que comenzar a analizar el importante dato de que ya hay partidos cuyo interés es mínimo porque la mayoría de las plantillas están formadas por jugadores que nada tienen que ver con los estrellatos. La Liga no se puede mantener y potenciarla en el extranjero sólo con Madrid y Barcelona y sus jugadores de talla mundial. No basta.

Entre las escasas medidas que se suelen adoptar para mejorar el espectáculo y, sobre todo, la economía de los clubes, está la directriz del Consejo Superior de Deportes para que la Liga de Fútbol Profesional controle los presupuestos y establezca los módulos de inversión a los que puede acogerse cada entidad de acuerdo con su economía. Por algo se empieza.

Posdata. Aviso: hay menos abonados y menos espectadores.

Julián García Candau