Andalucía

Llega la nación andaluza

La Razón
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El hit político de la recién nacida temporada 17-18 será la plurinacionalidad que pregona el secretario general del PSOE. «Pedro, ¿tú sabes qué es una nación?» Lo ignoraba en mayo y sigue sin tenerlo claro, aunque al menos ha acotado la cantidad. Dice ahora el portento que en el viejo solar patrio hay «al menos» –nótese el taimado uso de la locución adverbial– cuatro: España, Catalunya, Euskadi y Galiza, y ha salido en tromba Susana Díaz para pedirse la quinta plaza, esgrimiendo el pedigrí de haberse acogido a sagrado con el artículo 151 de la Constitución de 1978. No es sólo una forma de marcar distancias con su íntimo enemigo ni merece ser tomada a chacota (que si mañana vendrá Canarias, que un mermado ha dicho que por qué no Madrid, que si viva Cartagena...) porque la presidenta ya ha puesto en guardia a la Administración autonómica: se viene un radical giro andalucista porque es la única estrategia razonable para asegurarse la continuidad en la mamandurria juntera. Es consciente, seguro, de que esta explosión en cadena de reivindicaciones centrífugas liquidará el concepto de soberanía nacional, inherente a la nación misma, pero considera más importante la preservación del pesebre, para lo que debe ir acercándose a Teresa Rodríguez, que le ha arrebatado por el procedimiento del tirón la bandera blanquiverde y que (por ahora) se resiste a convertirse en la dócil compañera que siempre tuvieron a su izquierda los socialistas de aquí. Los camaradas del PSC fueron abucheados ayer en la Diada; a los de aquí no les ocurrirá lo mismo el próximo 4 de diciembre, fecha hacia la que se está escorando el nacionalismo andaluz... con la Junta a la cabeza. Se convertirán con el entusiasmo de quien se juega lo más importante: el sueldo.