César Lumbreras

Lo de Bruselas se complica

Decía la semana pasada que este mes podría ser clave para los intereses del campo español, porque se debería lograr un acuerdo definitivo sobre la reforma de la PAC. Pues bien, las cosas se están complicando por partida doble: con carácter general y para las posiciones que defiende España. Comenzando por esto, miembros de la delegación de Madrid no ocultan su preocupación por la marcha de las negociaciones sobre la llamada convergencia interna de las ayudas, en la que el comisario de Agricultura sigue empeñado en no ceder y en exigir que las ayudas que existen dentro de cada país se aproximen en un porcentaje elevado. Ello supondría, en España, que habría transferencias de cantidades importantes de dinero entre agricultores y ganaderos de forma individual y entre los sectores y las diferentes comunidades autónomas. Arias Cañete insistió en este problema durante la entrevista que mantuvo con Ciolos el miércoles pasado y tiene previsto hacerlo otra vez en un encuentro para acercar posiciones, que se celebrará antes de la reunión del Consejo Agrícola, dentro de dos semanas. Por otro lado, el Parlamento Europeo, que cuenta con poder de codecisión en esta materia, ha advertido a los ministros de que se tomen en serio sus advertencias. Los eurodiputados han amenazado con no acudir el 24 de junio a Luxemburgo para cerrar el acuerdo si no hay avances reales en las reuniones trilaterales en los próximos días. Es la primera vez que se utiliza este mecanismo de los «trílogos», lo que está complicando todavía más el difícil proceso negociador comunitario.