Logro difícil pero necesario

Mucho, demasiado, campo por sembrar tiene el PP en Cataluña. Más vale tarde que nunca, pero han pasado 35 años de la transferencia de la enseñanza durante los cuales el Estado abandonó la vigilancia de los contenidos impartidos. Unos cuantos millones de personas, hasta los que tienen 45 años, han sido educados, incluidos los cursos de la universidad, como víctimas de la avaricia del resto de España, incluso en el odio a lo español. El resultado no podía ser otro que el actual escenario de orientación secesionista.

Si a eso se añade el empujón dado por el peor presidente de la democracia facilitando un Estatuto proclive a los objetivos del nacionalismo catalán, el plato está servido. En definitiva, ante el radicalismo de Artur Mas y de su mentor Junqueras, al PP de Mariano Rajoy no le queda otra que contrarrestar toda esa cruzada y exponer claramente la verdad y la realidad. Desde el cumplimiento de la Constitución, que hace inviable el proceso, hasta las consecuencias nefastas que para Cataluña, también para España, pero menos, se derivarían de la plasmación del programa CDC-ERC. Un logro difícil pero necesario.

Aciertan por tanto los populares en apostar por una campaña de solidaridad, de diálogo mientras sea posible y de comprensión. Por más que dos no se ponen de acuerdo si uno no quiere, es preferible valerse de la razón que de la amenaza. Ayer, mi amigo Rogelio me planteó una sola pregunta: con la independencia y fuera de la UE, ¿quién y cómo se aseguraría a los impositores catalanes en los bancos de allí y a los impositores del resto de España en las entidades catalanas los 100.000 euros del Fondo de Garantía? No supe qué responder.