Política

Iñaki Zaragüeta

Los prontos de Rubalcaba

Los prontos de Rubalcaba
Los prontos de Rubalcabalarazon

Lo primero que habría que cantarle al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es aquella proclama del refranero popular: «Eres como el camaleón, que cambia según la ocasión». Me refiero a su propuesta de eliminar la verja entre Marruecos y Melilla, la misma cuya instalación firmó su compañero Antonio Camacho, a la sazón secretario de Estado de Interior, y que el mismo Rubalcaba, cuando llegó a ministro del Interior, tan sólo quitó en parte. ¿Por qué cuando tenía la máxima responsabilidad no lo hizo y lo pide ahora que gobierna el PP? Esa mutación tan radical y por conveniencia en mi pueblo se confunde con hipocresía y, si la hipocresía es el colmo de todas las maldades, el líder socialista da la impresión de tener un puesto de privilegio en el podio.

La verdad es que, si la supresión de este elemento disuasorio constituye una de las propuestas estrella como alternativa al Gobierno de Mariano Rajoy, éste puede quedarse tranquilo. No me extraña que el PSOE continúe bajando en las encuestas.

No parece que ése sea uno de los problemas que hoy preocupan a los españoles, menos aún cuando no se trata de disparar al que pretende saltarla sino de dificultar la entrada sin control de inmigrantes, a la que tan aficionado es el PSOE, el famoso efecto llamada. Hoy por hoy, ni siquiera nos lo podemos permitir.

El dirigente socialista debería fijarse más en correligionarios ejemplares como Proudhom, personalidades que dieron testimonio de coherencia y que llegaron a afirmar que la demagogia es la hipocresía del progreso.

Porque a eso suena la proposición del jefe del principal partido de la oposición, a demagogia. Así es la vida.