Agricultura
Los Quintos de Mora
En sentido estricto no son «ni quintos ni quintas», porque todos ellos han superado con creces la edad en la que los jóvenes eran llamados a filas cuando había servicio militar obligatorio. Me refiero a los altos cargos del nuevo Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Medio Ambiente (MAPAMA), que han sido convocados por la ministra Isabel García Tejerina a un «retiro espiritual e intelectual» de dos días en uno de los lugares preferidos de Aznar, la finca denominada Quintos de Mora, en la provincia de Toledo.
La finalidad de este encuentro es doble: por un lado, hacer una radiografía de los asuntos pendientes en cada uno de los negociados de los presentes; por otro, definir los proyectos y actuaciones para esta legislatura que acaba de comenzar, donde García Tejerina es ya ministra con plenos poderes y no fruto de una herencia.
Sin embargo, durante este encuentro planeará la duda de si los asistentes van a continuar en sus puestos, cambiarán a otros o van a tener que abandonar el «sillón de mis entretelas, mi despachito oficial, me quieren quitar el cargo, a todo un director general», como reza la canción con letra de Forges. Porque ceses y nombramientos va a haber. Y no lo digo yo. Lo hizo la propia ministra durante una intervención que tuvo en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del nuevo Gobierno.
Entonces señaló que introduciría cambios en su equipo, aunque se tomaría su tiempo, porque la semana pasada, entre ir a Bruselas al Consejo Agrícola y pasar por Marrakech a la Cumbre del Clima, no pudo reflexionar mucho.
En consecuencia, la «Espada de Damocles» del cese pende hoy sobre la cabeza de algunos de «los quintos y quintas» llamados a filas. Lo importante es que lo que vaya a suceder sea cuanto antes, para que el nuevo equipo se ponga a trabajar, también cuanto antes.
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