César Lumbreras

Machetti, Saéz y Poveda

El informe y las recomendaciones de la CNMC sobre el sistema de seguros agrarios y el funcionamiento de Agroseguro son claros. En primer lugar, que estamos ante un monopolio que pudo estar justificado en su momento, pero que ahora no lo está. La segunda, que si tenemos que «tragar» con Agroseguro, es necesario fomentar la competencia entre las aseguradoras que cubren este coaseguro. La tercera, que, en el cálculo de la prima, Agroseguro está metiendo gastos que desconoce y esto es muy grave cuando hay dinero público de por medio. Por último, es más que cuestionable que un gestor de un coaseguro, como Agroseguro, meta sus gastos en la prima. Pero, dejando estos tecnicismos al margen, resulta curioso que, aunque los expertos de la CNMC constatan la existencia de un monopolio, se despachan sólo con una serie de recomendaciones, en lugar de incoar un expediente e imponer la multa correspondiente. Ya digo, resulta muy sospechoso.

Supongo que los máximos dirigentes de Agroseguro, su presidente, Ignacio Machetti, su vicepresidente, Juan Sáez, que es el representante de Mapfre, y su directora general, Inmaculada Poveda, estarán dando saltos de alegría por haberse librado de la multa. Pero, cometerían un grave error si no adoptan las medidas oportunas para corregir los fallos que se han detectado, comenzando por explicar los sueldos y dietas del Consejo de Administración en 2011, que se multiplicaron por cuatro en relación con la cifra de 2010. Otro tanto cabe pedir a los responsables del Ministerio de Agricultura que se ocupan de la política de seguros agrarios. Tampoco deben olvidar el malestar creciente de los agricultores y ganaderos españoles.