Paloma Pedrero

Mal pagadas

Un estudio reciente de el Consejo Superior de Cámaras nos dice: «Las mujeres españolas cobran menos que los hombres en cualquier circunstancia o característica personal, laboral, geográfica o empresarial. Sólo por razón de su sexo». Cuando se analiza la diferencia salarial sumando pluses ¡hasta el treinta y siete por ciento menos que los hombres! Teniendo en cuenta que, encima, trabajamos el doble de horas en el hogar, la injusticia es descomunal. Ahora con la crisis nos estamos olvidando de los que siempre han estado marginados, discriminados, excluidos y mal pagados. Ahora parece que la sobrevivencia del país es el único objetivo. Sin embargo, creo que es el momento de sacar a la luz todo lo que no funciona y ponerse a cambiarlo. Porque, queridos, no puede funcionar un país, un mundo, que permite que sus mujeres estén mal pagadas y subestimadas. Es de una estupidez esencial. Porque, para más inri, y nos lo dice también este estudio, las empresas que han sabido promover a las mujeres en los puestos de decisión resultan más rentables que otras de su mismo sector. Es decir, que si lo que quieren es rentabilidad, ellas también dan más. Es primordial para que una sociedad sea más rica en felicidad (lo realmente importante) el creer en la transformación personal y colectiva, el luchar pacíficamente por mejorarnos y mejorar el mundo. Por eso escribo rebelada contra estos datos escalofriantes. Hemos de tomar conciencia y exigir a nuestros legisladores y políticos que pongan todos los medios a su alcance para luchar contra este agravio a la mujer. Y que se condene a las empresas que las discriminan sólo por el hecho de serlo. Son empresas sin conocimiento. Ni dignidad.