Julián Redondo

Más Madeira

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Cuanto más empeño muestra Cristiano Ronaldo en marcar goles para que el duelo con Messi no decaiga, más resistencia encuentra y más se obceca. Que no se obsesione. Tiene el reconocimiento de su gente, que en Funchal (Madeira) le ha levantado una estatua de bronce que pesa 800 kilos y mide más de dos metros de alto. Que se aplique la máxima de Carlo Ancelotti: paciencia. Si los pasos están dados, lo que tiene que ocurrir, sucede. Llegó el gol de Sergio Ramos en el 93 y con ese tanto de trascendencia universal entraron en las vitrinas del Madrid la «Décima», la Copa, la Supercopa de Europa y el Mundialito.

Un gran equipo integrado en una plantilla excepcional y dirigido por un entrenador inmenso. En año y medio, sólo el Atlético se resiste a los conocimientos y el encanto de «Carletto». Con Simeone ha perdido la Liga y la Supercopa de España, los títulos que le han faltado para igualar el récord de Guardiola. El próximo 7 de enero dispondrá de otra oportunidad para espantar la pesadilla rojiblanca, que volvió a despertarle de un sueño en la temporada regular del Bernabéu. Desde entonces amasa 22 partidos invicto. Otra marca que promete seguir creciendo. Ancelotti está en la senda de Villalonga y Carniglia, que en el banquillo madridista levantaron dos Copas de Europa cada uno en dos temporadas. Así, pues, más Madeira, que diría Cristiano Ronaldo.