César Lumbreras

Más multas lácteas

Primero fue en España. Ahora ha sido en Francia. Las autoridades galas de defensa de la competencia anunciaron el pasado jueves la imposición de una multa de algo más de 190 millones de euros a diez empresas lácteas por «acuerdo sobre los productos lácteos vendidos bajo marca de distribuidor» y por reparto del mercado entre los años 2006 y 2012. Entre las empresas sancionadas figuran Nestlé y Senoble, que también lo fueron en España, en este caso por acuerdo sobre los precios de compra de leche a los ganaderos y por la cesión de productores entre las industrias. Las empresas multadas en el vecino país, que representan más del 90 por ciento de su mercado lácteo, mantenían encuentros y conversaciones telefónicas para fijar los precios de los productos y repartirse los volúmenes. Una de las empresas, Yoplait, se encargaba de llevar la agenda de las decisiones que adoptaban y, curiosamente, sus responsables son los que han proporcionado inicialmente la información a las autoridades a cambio de clemencia.

Hay bastantes similitudes y algunas diferencias entre los casos francés y español, pero, en esencia, se trata de lo mismo: pactos entre las industrias para perjudicar a los ganaderos por diferentes vías. Al fondo de todo se encuentran también las exigencias a las industrias del sector de la distribución, que, hasta ahora, se ha ido de rositas. En cualquier caso, lo que se deduce de todo lo anterior es que el ganadero es quien termina pagando las actuaciones de industrias y distribución, sin que tenga posibilidad de defenderse. Las autoridades nacionales y las de Bruselas deben ser conscientes y poner coto a estos abusos.