Mas y el NO-DO

Y a tenemos fecha para anunciar la pregunta sobre la consulta secesionista en Cataluña. El presidente de la Generalitat se ha amañado una entrevista en «La Seva» (la suya) para el próximo día 16 en «prime time». De momento, no tenemos pregunta. De momento, el sesudo debate está situado entre dos opciones. La primera opción apunta algo así como «¿Quiere usted que Cataluña sea un país independiente?». La pregunta supera la prueba del algodón. No engaña. La segunda opción dicen que es un punto más elaborada. Se arbitrará más o menos así: «¿Quiere usted que Cataluña sea un país libre y soberano?». Parece una tomadura de pelo, pero no es mi intención. No se diferencia en nada de la primera pero dicen que es más inclusiva o, lo que es lo mismo, un señuelo para que Iniciativa per Catalunya no se desmarque y para que Unió no salga corriendo.

Con este panorama en el zurrón, Artur Mas está preparándose una entrevista a la carta en TV3. Todo un detalle por parte del presidente de la Generalitat escoger el día 16. Todo un guiño a un modelo de televisión pública. Todo un acontecimiento que la entrevista con el máximo responsable del gobierno de Cataluña coincida con el aniversario de la fundación el 16 de diciembre de 1942 de los Noticiarios y Documentales Cinematográficos, el muy conocido NO-DO. Los amantes de la historia seguro que encontrarán parangón.

En la televisión pública catalana están discutiendo el formato y si la entrevista tendrá uno o más presentadores. Todo a disposición de «El hombre, el político, el pensador», el libro que acaba de sacarse de la manga Artur Mas. No hay mal que por bien no venga. Si Mas no consigue alcanzar el ansiado consenso sobre la pregunta siempre puede hablar de su libro. No es que este ejemplar aporte mucho. Se limita a presentarse como una víctima de España por su valentía –patriotismo a decir de sus hooligans– en trazar el camino de la transición hacía la secesión. Curioso es que Mas se apunte a la moda de hacer libros de los ex presidentes. Bueno, o es curioso o es premonitorio, porque la pregunta no es la de la consulta. La pregunta es saber si conseguirá el consenso para hacer la consulta y después para qué queremos pregunta sobre una consulta que reconoce que no se hará. Con tanto fracaso –y ridículo– no me sorprende que se apunta a la moda de los libros de ex presidentes. ¿Será que se pone la venda antes que la herida?