Miguel Ors

Modric, el «prozac» del Madrid

M14 Poder

El poder populista y sociológico del fútbol. Hoy, los periódicos son más generosos con el Balón de Oro que con la áurea visita de Rajoy a Obama.

–Es lógico. En España, el balón efluye más placer que el voto

O sea: todo cuanto no es placer es lamentable. Cristiano, esta vez, ha podido con Messi, lo cual lamenta con lágrimas de rabia, cómo no, el barcelonismo.

El Balón de Oro premia esencialmente el gol. El gol es el «alma» del fútbol. ¿Es justo, habría que preguntarse una vez más, que el Balón de Oro no honorifique otros valores como el talento o la creatividad (Xavi o Iniesta), al margen del gol? Opinen.

Cristiano y Messi, por lo que leo, seguirán compitiendo. Cristiano: «Quiero hacerme un hueco en la historia del mundo». Messi: «No pienso ya en lo que he hecho, sino en lo que puedo hacer».

M15 Qué bonito

El lema de Nadal, del Cholo Simeone y de la Selección de balonmano podría ser este trío de infinitivos: «Trabajar, sufrir, confiar».

«Los Hispanos» (Selección de balonmano) saben trabajar, saben sufrir, saben confiar. Da gusto ver cómo superan «colapsos» o «momentos de bache»: colosales. Como el Atlético de Cholo. Y como Nadal. Lo de Nadal es casi sobrehumano. Djokovic, Murray y Federer han cambiado de técnicos o entrenadores. Nadal, no; sigue con su tío del alma. «Mi tío me conoce muy bien –dice–. Sabe lo que tiene que decirme cuando estoy bajo de presión o con miedo. Imprescindible». Leal, como ven, además. Qué pena que la casta política (tan penosamente valorada socialmente, 1,90: ¡vaya suspenso que le ha dado la «raza» de papeleta y urna cada cuatro años) no genere hombres como Nadal. ¿Tan difícil es, profesional y moralmente, ser político?

J16 Reto valiente

El Milán de Berlusconi, un histórico tan histórico como el Madrid (nueve Copas de Europa el Real; el Milán, siete), es espejo en el que deben mirarse los clubes históricos españoles (lo digo por el Valencia, Racing...). El Milán, en su «liga», está a 30 puntos del líder (la Juventus). El Milán, como su «señorito» Berlusconi, en caída abisal. Para evitar que toque fondo, el club ha fichado a su «glorioso» ex jugador Clarence Seedorf. Lo singular de este fichaje es que Seedorf, como entrenador, carece de licenciatura y, por lo tanto, del doctorado de la experiencia. «Conoce al Milán –alegan sus mentores– y sabe lo que hay que hacer. Tiene la experiencia de sus diez años como jugador en el Milán. Creemos en él». Reto psicológicamente valiente.

V17 Grande

Messi, la Biblia en verso, sí. Tras su «recuperación» en Argentina regresa y vuelve a ser Grande (con mayúscula de grandeza). Su segundo gol al Getafe, bíblicamente Grande. Con el balón en los pies, arrollando y atropellando, es ciertamente un joven búfalo imparable. Messi me ha trastocado la jerarquía de simpatías y preferencias, que es ésta: Di Stéfano, Pelé, Maradona y Messi. Creo que desde ya me va a quedar así: Di Stéfano (para uno, sigue siendo el mejor de todos los tiempos), Messi, Pelé y Maradona.

–¿Y Cristiano Ronaldo?

–Cristiano es otra cosa. Puskas era «Cañoncito Pum». Cristiano, «Cañonazo Catapum». Di Stéfano era omniformidable (goleador, defensa, centrocampista, mesiánico); Pelé, el David Niven del fútbol por estilo y elegancia; Maradona, la mejor zurda jamás vista, amén de creadora. Y Messi... Messi es, sencillamente, angelical: hace cosas que sólo pueden hacer los ángeles.

S18 Prozac

Comenzó el «segundo tiempo» de la Liga. El Barcelona y el Atlético, para ganarla, dependen de sí mismos; el Real Madrid, para conseguirla, depende de sí mismo y de ellos.

Modric, cada vez más, es el «prozac» («píldora de la felicidad») del Real Madrid. El croata mira y sabe lo que tiene que hacer, hace siempre lo que debe. Fino y artista. Xabi Alonso, Modric y, si se adapta, Di María (qué gran carácter). El adaptarse es una cuestión de insistencia, también en fútbol. El cinco a cero al Betis en el Benito Villamarín, tanto mérito del Real Madrid como demérito del histórico y entrañable colista. Me apena ver al Real Betis «vestido» de farolillo rojo.