Fútbol

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Nadal, toisón de oro

La Razón
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L5 Imitar

Así como la naturaleza imita al arte, qué bien le vendría a la democracia española que los políticos imitasen al Madrid. ¿Clave o raíz del exitazo europeo del Madrid? «Somos un grupo» (Carvajal, Ramos, Casemiro... casi todos). Cuando el Madrid ganó la primera Copa de Europa, Bernabéu advirtió: «Ésta va a ser la primera de más Copas!»

–Era un profeta.

Ya lo creo. Florentino Pérez, hace años, me confesó con elegante humildad:

–Me gustaría, algún día poder parecerme a la sombra de Bernabéu.

Se aproxima a esa sombra.

Una despectiva testa francesa (¿Alejandro Dumas?) soltó la «sandez histórica», pues ha hecho historia, de que África empezaba en los Pirineos. Leo hoy en un periódico galo que el Real Madrid es el imperial Napoleón europeo del fútbol. Gracias.

–Como Napoleón, también el Madrid es insaciablemente ambicioso– cree Hernán San Pedro.

La ambición sana es aconsejable vitamina de salud y vigorización.

Hay que imitar al Madrid. Su lema: sí al «grupo» (unidad), sí a la ambición que genera felicidad y sí al éxito.

Ha dicho también FP:

–Somos lo que hacemos.

Pues a hacer las cosas como las que hace FP.

M6 Dependencia

Leo las cosas que escribe Carles Rexach. Rexach es un forofo liberal y objetivo. Ama, cómo no al Barça, y ama al fútbol. Leyéndole aprendo. «Un año decepcionante», escribe. La Copa, en efecto, es la tercera división del triplete (Champions, Liga y Copa). Dice también que la Liga la perdió el Barça en el tramo final. Y en el tramo final, la conquistó el Madrid ganando donde perdió el Barça. Hay cosas que no cambian. Miguel Muñoz opinaba como Rexach:

–El arranque de la Liga, o sea el primer acto, no me preocupa tanto. Me preocupa el tercero.

O sea, el tramo final. Le da que pensar a Rexach la dependencia del triplete (Neymar, Suárez, Messi) y la posible baja de Iniesta. Con Iniesta, el Barça, ciertamente, es más Barça.

Dependencia. Qué inquietante cadena. Zidane, en el Madrid, tiene otra: la BBC.

X7 Mente

El ser humano es cuerpo, alma y mente.

–Está todo aquí– decía el doctor Marañón, señalándose la cabeza. Emociones, ideas, enfados, alegrías, voluntad, éxito, fracaso.

La mente: he aquí el motor del ser humano. Nadal lo tiene muy claro:

–Cuando esto me funciona –y se señala también la testa– y no estoy lesionado, funciono.

J8 Modas

Ganar, ganar y volver a ganar es la frase que da vida a Luis Aragonés en nuestra memoria. «Vivir en la memoria» (Unamuno). Y no perder, no perder y no perder nunca, o sea empatar (como mal menor) es lo de Lopetegui, el sucesor de Del Bosque. Vi en la tele el amistoso ante Colombia. Piqué es como es: chinchorrero y pijotero. Hay a quien le divierte la patología de hacerse antipático. Allá él. Con Piqué, dado el grado de antipatía que ha conseguido sumar, sólo cabe prescindir de él o soportarlo. Si la decisión es que hay que soportarlo, no le pitemos. Dice Piqué: «Yo no he dicho que sea independentista». Felicidades, Piqué, por tu sentido común. Ser hoy independentista es algo así como ser carcunda, fascista o comunista. Son tres modas pasadas de moda en países bien estructurados democráticamente.

V9 Foro

En foros deportivos, Barcelona gana a Madrid.

–En algo, oiga, tiene que ganarle Barcelona a Madrid.

Ha destacado en el foro Samitier, por lo que leo, Javier Clemente. Cómo no. La personalidad es un valor. Él lo posee.

–Yo tengo el valor de observar, reflexionar y deducir. Siempre me ha gustado ser yo. En todo.

Así se veía hace años y así, con el pelo cano, sigue siendo.

–Cruyff –pondera– tenía la autoridad de su personalidad.

O sea: sin ley no hay democracia, que dice Rajoy, y sin autoridad no hay personalidad, luego la ley de la personalidad es la autoridad.

–Más que control del balón, lo de ahora, lo que Cruyff exigía era velocidad– recuerda Clemente.

Su otra perla: ganar la Copa de Europa antes (cuando todavía no era Champions) era más difícil, pues todos los participantes eran campeones.

S10 Toisón

Nadal y el Toisón de Oro. Hace años escribí aquí que si hay en nuestra patria un español merecedor de la más alta distinción que concede la Casa Real Española ése es Rafa Nadal. El Toisón de Oro, hoy, se otorga a quienes brillan «por su entrega y su servicio a España». ¿Alguien más brillante que Nadal? Creo que no. Nadal es omniuniversal. No sólo se le admira por su talento como tenista, sino por esos valores que superan la esencia de las ideologías, y que son el señorío, el noble espíritu competitivo, el triunfo de la voluntad, la aristocrática humildad, la simpatía, el carisma de la amistad y de la unidad. Como ser humano, Nadal, humanamente, es un Toisón de Oro.

A Su Majestad Felipe VI: no lo dude, Señor. Nadie como Nadal para lucir sin ninguna «oposición democrática», con unanimidad de unidad, el preciado Galardón, gane o deje de ganar la final de Roland Garros.