Toni Bolaño
Objetivo independentista: tortas a Podemos
Salir de la Unión Europea y del euro es la carta de presentación de las CUP, lideradas por Antonio Baños, que exigen también una ruptura inmediata con el Estado después del 27-S. Se han convertido en el Pepito Grillo de Juntos por el Sí, pero tienen un talón de Aquiles. Baños dice que nunca votará a Mas pero mantiene una actitud dubitativa sobre su apoyo al Gobierno de concentración, liderado por el propio Mas. Esta ambigüedad está sirviendo de ariete a Catalunya sí es Pot, la candidatura de Lluís Rabell que apoya Podemos. Pablo Iglesias no ceja en sus ataques a la CUP y la CUP ha recogido el guante. Este fin de semana ha intentado boicotear un mitin de Iglesias. El enfrentamiento es cuerpo a cuerpo e irá en aumento, a la caza del voto de la izquierda más radical.
El fetiche del soberanismo no es Artur Mas. Ni Junqueras. Ni Forcadell. Ni siquiera su número uno, Raül Romeva. El nuevo fetiche del soberanismo se llama Pablo Iglesias porque se ha convertido en el ser o no ser de la mayoría independentista. No hay día que el líder de Podemos no reciba un racimo de tortazos con la mano abierta desde las filas secesionistas. La última no tiene precio y está patrocinada por el mismísimo presidente de la Generalitat. Artur Mas siempre ha identificado a Aznar con el mayor enemigo. De ahí que haya dicho mil veces que Rajoy es Aznar y que Pedro Sánchez es Aznar. La sorpresa es que ahora también Pablo Iglesias es Aznar. Al nacionalismo les gusta Iglesias atizando a la casta pero no les hace ninguna gracia que les dé cera cuando ellos son la casta.
Si las elecciones se ganaran en la pista de baile, Miquel Iceta, el candidato socialista, obtendría una holgada mayoría absoluta. En el inicio de campaña, el siempre desinhibido líder del PSC se arrancó desenfrenado al ritmo de «Don’t Stop Me Now» de Queen. Arrasó, sin más palabras. El vídeo subió a las redes sociales y se convirtió en fenómeno viral. Ahora le piden que baile en cada mitin y Pedro Sánchez se deja llevar. No le queda otra. Sus rivales se han lanzado a la arena pero sin mucho éxito. Romeva bailó –bueno, se movió un poquito– al son de «Gitana hechicera» de Peret. Antonio Baños, CUP, no se ha arrancado pero como músico no hay que descartar nada. García Albiol no juega y le ha dado un sonoro «zasca» a Iceta: «Bailar con la que está cayendo, sobra». Inés Arrimadas, Ciudadanos, hizo las delicias de sus compañeros en la Feria de Abril de este año. La jerezana estuvo a la altura. Todos esperan ahora su debut en la campaña. Al líder de Unió, Ramón Espadaler, no se le espera en el concurso. No da el perfil, vamos. Lluís Rabell, de Catalunya sí es Pot tampoco parece arrancarse a bailar. Sí lo ha hecho cantando arrancándose con una copla en el mitin del Carmel.
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