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Pedro Narváez

Pedro y Pablo, en la cola del paro

La Razón
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Los datos de creación de empleo que conocimos ayer vuelven a reescribir el relato de la crisis que andan desde hace años dictando Pablo Iglesias y sus acólitos, incluido el PSOE, que aún no asimilan que la mejor política social y tal es la siguiente: a menos paro menos ingreso mínimo vital. Déjense de palabros. Hay consenso, basado en una mentira mil veces repetida, en que la historia la escriben los vencedores. En España, en tiempo real, la inventan los perdedores cuando se han dado cuenta de que les va mejor decir lo que el público compra. Si no invierten la tendencia, el PP no sacará rédito de su éxito hasta que fracase. La verdad no interesa en el purgatorio de los días. Lo de inventar lo hacen en Cataluña diariamente, pena que el líder de Podemos sólo vea «Polonia», y lo borda la oposición cuando se mete en la harina de la economía para hacerse una pizza a su antojo: un poco de indecente juego con el sufrimiento de los demás, tropezones de estadística de pobres, que luego rebate Leguina en lance contrario al pensamiento único, y espolvorear al gusto de Paul Krugman. Es hilarante que el economista de cabecera de la izquierda sea el oráculo que nunca acierta y que aun así siga siéndolo, como las pitonisas de la tele, sólo que éstas no consiguieron el Nobel, si acaso un curso Ceac, lo que tiene más mérito. Entre Krugman y Vargas Llosa, el Nobel es este año la canción del verano, categoría en la que espera colarse la recuperación con expectativas de triunfo. Nos duele la sintaxis de escribir que es necesaria más política. Depende. Con unos buenos números apañamos. Los populistas han exacerbado la emoción de tal manera que mientras quede un desempleado habrá más club de la tragedia. Lo contrario es verse en la cola del paro. Y todos aspiran a vivir en la siguiente temporada.