Podemos

Podemos, del lado del mal

La Razón
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Hay cuestiones en la vida en las que no caben medias tintas, en las que sólo se puede estar a favor o en contra, en las que no hay espacio para el mediopensionismo o el hermafroditismo intelectual. Una de ellas es, obviamente, el terrorismo, y más concretamente, ese terrorismo que supera en salvajismo y en perversidad a cualquiera otro previamente conocido: el yihadista. Antes los terroristas tenían objetivos claros: policías o militares. Y no relativizo su maldad, ni mucho menos. Una persona que asesina a otra por motivos políticos o religiosos es un malnacido que merece pudrirse entre rejas. Ahora el yihadismo asesina y en cantidades industriales a civiles. Quieren que nos acongojemos a la hora de vivir en libertad, que las mujeres estén sometidas a los hombres y que sea legal quitar de en medio a los que no profesan el rigorismo musulmán y no digamos ya a los ateos o a los agnósticos. En consecuencia, todo aquél que se pone de perfil en esta muy real película de terror es porque no está del lado de los buenos. O porque, a lo mejor, vaya usted a saber, está del lado de los malos. Chi lo sa. Esto es como el que padece una enfermedad: o la sufre o no la sufre, lo que es imposible es sufrirla a medias. Como ciudadano me resulta indignante el cinismo de Podemos, que continúa negándose en redondo a adherirse al Pacto Antiyihadista. Su «no» no es de aquí ni de ahora sino que data de 2015, cuando se forjó un acuerdo de Estado tan necesario como aquél de diciembre de 2000 que supuso el principio del fin de ETA. Esa unión que hace la fuerza es la medicina imprescindible para hacer frente a un enemigo de Occidente que está mejor organizado que nunca. Por ello no entiendo qué narices pintaban ayer los podemitas en la enésima reunión de un Pacto del que abjuran. Menos aún que estén en modo «observador» las huestes de un Pablo Iglesias que ha sido financiado a modo y manera por un país al que el Departamento de Estado estadounidense incluye entre los grandes patrocinadores del terrorismo internacional: Irán. Cuidado porque las cosas en la vida son normalmente lo que parecen. ¡Ah! se me olvidaba: el eurodiputado podemita Miguel Urbán aseguró tras los atentados de París de noviembre de 2015 que «mucha gente no ve otra salida que inmolarse». Sic.