Toni Bolaño
¿Por qué dimite Rosell?
El sueño de Sandro Rosell, como presidente del Barça, ha tenido un amargo despertar. El contrato –o los contratos– de Neymar se lo han llevado por delante. Rosell llegó a la presidencia culé rodeado de una nebulosa que apuntaba a sus negocios en Brasil. Ahora la deja por unos contratos en Brasil.
Un socio, Jordi Cases, y un abogado, Felipe Izquierdo, tuvieron la osadía de presentar una querella que fue aceptada por el juez Ruz. Rosell paró el primer golpe envolviéndose en la senyera. Argumentaron los suyos que todo era una conspiración liderada en la sombra por Florentino Pérez con el apoyo de todos los enemigos de Cataluña, entre los que estaba incluido su archienemigo personal, Ferrán Soriano, actual directivo del Manchester City. La cosa no cuajó porque nadie, en su sano juicio, le dio ningún crédito y cayó como un castillo de naipes. Jordi Cases se presenta ante los fotógrafos con una camiseta independentista y Felipe Izquierdo fue abogado en el caso Spanair, cuando la presidía Soriano. Pero, un dato no colateral: no era abogado de la empresa, era abogado de personas que se consideraban afectadas por la gestión de Spanair.
El juez de la Audiencia Nacional pidió papeles. A Neymar, a los propietarios de los derechos del jugador, al Santos y al Barça. Con todo en su poder, aceptó la querella. Rosell quiso dar la imagen de tranquilidad, aunque siguió blandiendo ese espíritu victimista que tanto gusta en Can Barça. Se mostró dolido y perplejo, aunque tranquilo, y pidió declarar para esclarecer el asunto. La cuestión es que, parece ser, los números no cuadran. ¿Se pagó más de lo que se dijo? ¿Se tributó por estos pagos a Hacienda? ¿Se han declarado todos los pagos? ¿Los contratos los firmó el Barça? ¿O los firmó alguna empresa vinculada con Rosell? ¿Las cláusulas de confidencialidad –en las que se escuda Rosell– son legales? ¿Si hay delito fiscal quién pagará? ¿El Barça o Rosell?
A día de hoy a estas preguntas sólo pueden contestar el juez Ruz y Sandro Rosell. Ruz de momento habla de «apropiación indebida en su modalidad de distracción». Rosell, simplemente, ha dimitido. Mal presagio. El malestar subió enteros en los últimos días. El entorno de Messi estaba muy cabreado ante lo que consideraba «camuflar lo que cobra Neymar». O sea, que intuyen que Neymar cobra más que Messi. Sólo le faltaba al Barça que sus dos estrellas tuvieran sus más y sus menos fuera del campo. Josep María Bartomeu asumirá la presidencia. Parece que de forma interina.
La precariedad y la incertidumbre se han instalado en ese Barça que se ponía muy ufano en el minuto 17.14. Y todavía queda la segunda vuelta de la Liga, la Copa y la «Champions». La espada de Damocles pende sobre la cabeza en forma de juez Ruz. Si hay delito habrá que pagar mucho dinero. Tanto que hasta se pone en juego la remodelación del Camp Nou. La pregunta es ¿por qué dimite Rosell?, ¿por qué ha pasado de querer declarar a la dimisión?
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