Por y para todos

Estar en lo correcto no sólo viene determinado por tu posición, sino por tu dirección y por tus objetivos. Y ahí está el Gobierno en la defensa de nuestros intereses y asuntos en los que se dirime la supervivencia.

Así que la nueva ley que a todos nos cobija ni nace desde la arbitrariedad ni desde el capricho ni bajo la capa de motivaciones desviadas o ignorantes que difícilmente casan con la realidad. Así es. ¿Qué le vamos a hacer? Hablamos de seguridad, de protegernos para seguir creando riqueza entre todos y contribuyendo al bienestar común. ¡Nada más patriótico!

Que protesten los que lo consideren. Pero, por encima de todo, los españoles de artillería deberíamos mantener los pies sobre el suelo y creando un escudo para poner a salvo nuestra dignidad, nuestra propia intimidad, aquello que nos diferencia de los desalmados y los bárbaros y los que no se enteran de qué va la película.

El PP, por las razones que sea, está dando respuesta a lo que pedimos: más control contra los que luchan para hacernos la vida imposible, para abrir grietas en los muros que sirven para mantenernos firmes y flexibles y robustos frente al enemigo.

No esperamos milagros. Sólo una gestión rocosa y atinada de nuestros representantes en las instituciones. No vamos a renunciar a ella. Pero somos mayoría absolutísima los ciudadanos a los que nos falta que el PP complete su programa. Está en ello. Queda casi un año. Aguardemos. Vigilemos. Iluminemos. ¿Sí?