PPCV, un tiempo nuevo

Isabel Bonig comienza una etapa nueva para el PP de la Comunidad Valenciana. Ya ha sido elegida por primarias y por los delegados, ha recibido el espaldarazo de las máximos dirigentes nacionales. La secretaria general María Dolores Cospedal el primer día. El presidente Mariano Rajoy el segundo. ¿Alguien da más?

Ahora le toca dirigir una organización nueva tras un calvario judicial demasiado extenso en cuanto al número de afectados, pero del que son ajenos, ella y su recién estrenada Ejecutiva. ¡Ojo! sabiendo que el PPCV sigue teniendo una extraordinaria estructura en la región, quizá la mejor. Como muy bien proclamó tras su designación «es el último perdón que pido, ahora ¡a por ellos!». Ya no ocupa la presidencia a dedo. El apoyo total recibido –ningún voto en contra– le obliga.

Tiene ante sí una ardua tarea: reorganizar y unir a la trop a. Lo primero prácticamente se consumó este fin de semana. Para lo segundo va a tener que demostrar dotes de mando, particularmente en la provincia de Valencia, y muy especialmente en la la capital, territorios en los que existen problemas que solucionar y heridas que restañar. Alicante y Castellón se encuentran en calma.

Si ella tiene ese reto, quienes no estan dispuestos a la colaboración han de saber y aceptar que los tiempos son otros. Que las cosas son como son y no cómo quisiéramos que sean.

Isabel Bonig ha sido libre para configurar su equipo. Ha hecho lo que ha querido. Le respalda el trabajo realizado durante los últimos meses, en los que el PPCV se encuentra de nuevo en línea ascendente según las encuestas. Su reto, el futuro. ¡Enhorabuena! Así es la vida.