Precoz Junqueras

Oriol Junqueras, el hombre que tiene en su mano buena parte del futuro de Cataluña, fue precoz. Quasi dall'inizio. Casi desde el principio. Desde que tenía ocho años -al menos eso dice él-. Desde que estudiaba en el Liceo italiano quería una Cataluña independiente. Tan pronto deseo fue consolidándose en sus estudios sobre la historia del pensamiento económico. Y el caso es que el líder de ERC quiere un referéndum separatista en 2014 a más tardar. Y como es un convencido de la «democracia de la insistencia», dice que si la consulta se pierde hay que repetirla tantas veces como sea necesario hasta que salga que sí.

Entusiasmado con los buenos resultados de Bildu, no ha ocultado que ERC será la gran aliada para conseguir la secesión. De hecho, durante toda la campaña se ha presentado como el «socio fiable» que está dispuesto a sacar a Cataluña de España, pero de verdad, a diferencia de Duran y de la gente de Unió a los que ha intentado demonizar por su españolismo. Cuando supo, en Barcelona todo se sabe, que algunos líderes de la formación democristiana andaban hablando de la posibilidad de romper con Convergencia si Mas no sacaba la mayoría absoluta Oriol Junqueras se llevó un alegrón.

No ha querido fotografiarse en campaña con la estelada porque ha querido dar la imagen de ser el líder de una Esquerra más seria y más institucional que la del tripartito. No hay que llevarse a engaño. A cambio de su apoyo a CiU va a exigir, además de una lucha sin cuartel por la independencia, un cambio radical en la política económica. Oriol Junqueras ha insistido hasta la saciedad en que hay que acabar con la austeridad e implantar algunos impuestos como el de sucesiones. ¿Cataluña independiente y en default?