Miguel Ors

¡Qué bien para la Liga BBVA!

L14 Decadencia

La decadencia es fea como la vejez. ¿Qué es la vida? Lo del suizo Roger Federer: nacer, llegar, ser el mejor y decaer. Roger, tal vez el estilo de tenis más elegante de todos los tiempos, ha empezado a dejar de ser el que fue. ¿Culpa de los ajadores años? «No me siento feliz últimamente», reconoce. Cuanta más felicidad se agavilla en los años de gloria, más dura es la «tara» de la decadencia. El caso del entristecido Federer: de la plenitud de número 1 durante nada menos que 302 semanas, a número 7 del ranking. «Duermo mal». Dormir mal, no ser feliz: he ahí la siniestra decadencia.

M15 Premeditado

Veo a Florentino Pérez en «Punto Pelota». Jesuítico. A los socios rogando (el Real Madrid es de los socios, mucha coba a los socios. Lógico: a los votantes hay que loarlos siempre; el fútbol es también política) y a los periodistas sermoneando. A FP le gustan los periodistas sumisos y subjetivamente forofos (como los de Barcelona y del Barcelona, vino a decir con otras palabras). Habló, claro es, para eso fue al programa, de la protrusión de Bale. «Un montaje premeditado para hacer daño. Se ha montado algo sobre nada», sentenció. Tenía razón el poeta Campoamor: «Todo es según el color del cristal con que se mire». Bale, en fin, no tiene nada, a Bale no le pasa nada; la protrusión, diría el extinto –políticamente– y optimista ZP, es sólo un brote. Sea así.

X16 Costa

Sugerencia y reflexión, las dos cosas. La sede del Mundial de Fútbol 2014 es Brasil y Diego Costa es brasileño. Diego, conste ya, me encanta. Jabato, creativo, rabiosamente instintivo, goleador; pero... y aquí el sugerente y reflexivo pero. ¿Cómo acogerá y tratará en punto a cariño y simpatía la apasionada e incandescente afición brasileña a la Selección de España al ver incrustado en ella, triunfando y haciendo goles, al compatriota Diego Costa?

–Probablemente, con garfios en las cuerdas vocales de la garganta –me avisa un compañero del país de la samba.

Más: ¿se imaginan a España y Brasil dirimiendo la final del Mundial con Costa vestido de rojo?

–¿Y se imagina usted –se me replicará– a Costa vestido de amarillo contra España en la final y goleándonos?

–Prefiero no imaginármelo.

J17 Odriozola

Leo la filípica de José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo, contra el COI, cuyos «cardenales no me merecen ninguna credibilidad». A toro pasado, majo, qué fácil es ser valiente. Eso lo escribí yo aquí, en esta columna, como dos o tres o cuatro veces antes de que los «cardenales» nos excomulgasen y bendijeran a Tokio como ciudad olímpica 2020. Lo que realmente me sorprende del señor Odriozola, ahora, es su loa de Marta Domínguez. «La mejor atleta española de todos los tiempos», asevera. Otra vez a toro pasado. Si eso piensa el señor Odriozola de Marta, ¿por qué cuándo empezó a volar el moscardón del dopaje sobre su cabeza, la de Marta, se apresuró usted a «echarla» deprisa, deprisa, como vicepresidenta de su Federación por «razones cautelares» sin avisarla previamente? ¡Vivir para oír y para leer!

V18 Sonriamos

Leo siempre con gusto los artículos de Luis Racionero. Me divierte su sano y leal fervor azulgrana desde los zapatos hasta la caja neuronal. Escribe hoy: «Este año podemos ganar la "Champions". La Liga española sólo nos la pueden quitar los árbitros».

«Escribir con ortodoxia gramatical es tan aburrido como ser ortodoxamente objetivo en fútbol» (no es mío, no recuerdo de quién).

S19 Competición

Qué bien... para la competición de la Liga. El Barça empata en Pamplona (dos puntos menos), el Atlético pierde con el Real Club Deportivo Espanyol (tres puntos menos), el Real Madrid gana al Málaga (suma puntos y se acerca al Barça y al Atlético). Comparto con Deco, ex jugador blaugrana, Schuster y otros que una Liga de dos es aburrida. Ojalá aceleren de nuevo el Atlético y algún otro. Cuantos más pugnen por el título, mejor, más emoción.

–¿No eres forofo de ningún equipo? –me preguntan a veces.

A todos contesto igual:

–El forofismo intolerante, en mi discutible opinión, es la malsana ideología del fútbol, de igual modo que la intolerante ideológica (el «apóstol» Cayo Lara y el vetustillo Rubalcaba, entre otros y otras) es el malsano forofismo de la política.