César Lumbreras

¡Que lo expliquen!

Por fin Rajoy anunció, porque pensado, lo tenía pensado desde hace tiempo, el nombre del candidato del PP a las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar dentro de mes y medio. Es Miguel Arias Cañete. Ahora ya nos metemos de lleno en la precampaña para unos comicios que son mucho más importantes de lo que los ciudadanos de a pie nos podemos imaginar, aunque nadie hasta ahora lo haya explicado. Resulta lamentable, cuando no incomprensible, que desde el propio Parlamento Europeo no se haya hecho una gran campaña institucional contándonos los nuevos poderes que tiene esta institución de la UE. Tampoco se han puesto a la tarea, ni el Gobierno español, ni los principales partidos políticos que concurren a estos comicios. El votante podrá acudir a depositar su papeleta, o no; podrá votar a un grupo o a otro, incluso en blanco, pero en cualquier caso debe saber que, ahora, lo que haga cuenta y cuenta mucho. Desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el Parlamento Europeo tiene poder con mayúsculas y está al mismo nivel que el Consejo de Ministros, no sólo en los asuntos presupuestarios o de la Política Agraria Común (PAC), sino en otros aspectos de nuestra vida cotidiana, como son las tarifas telefónicas en itinerancia cuando viajamos al extranjero o estableciendo límites para las comisiones que se pueden cobrar por el uso del dinero de plástico, las tarjetas, por poner tan sólo dos ejemplos. Somos muy libres de otorgar un voto de castigo o de tirar la papeleta, pero que lo hagamos sabiéndolo y con pleno conocimiento de lo que nos jugamos. Y eso, que es clave, no nos lo ha explicado nadie. Lamentable, pero cierto. Los futuros eurodiputados deberían tomar nota del error.