Quién confunde al presidente

El presidente de la Generalitat va a tener que meter en vereda a sus consellers y advertirles de que hay «marrones» en los que no se le puede meter para dar una imagen de frivolidad, a no ser que él mismo lo acepte, que tampoco extrañaría demasiado, según mi amigo Rogelio, si se hace primar la obtención de un titular en los medios de comunicación sobre la realidad.

Me refiero a la información ofrecida por Ximo Puig sobre la recuperación del Hospital Denia ante la voluntad de la empresa DKV de abandonar el accionariado, intención que no pasa, en el mejor de los casos, de ser una frivolidad.

Discrepo de mi amigo y desecho la situación de ignorancia o la intencionalidad de mentir, pero a alguien deberá exigir explicaciones del porqué le han metido el gol de adquirir el centro hospitalario cuando es imposible, al tener Ribera Salud derecho de tanteo, salir excesivamente caro paro las contribuyentes, no mejorar el servicio a los usuarios e ignorar que una de las razones por las el Gobierno central otorga el FLA a la Comunitat es por reducir el sector público.

Por no hablar de la inseguridad jurídica que el Consell puede generar hacia la inversión extranjera y de otras regiones españolas.

Como colofón, Rogelio se pregunta si la bipolaridad estará afectando al presidente y al Consell. Dos días después, exactamente ayer, de proclamar su intención de recuperar el Hospital citado expresó la importancia de la colaboración público privada. ¿En qué quedamos?. Un día una cosa, al siguiente la contraria. Mientras se lo permitamos, no tienen por qué cambiar. Así es la vida.