Carmen Gurruchaga

Quitarse los complejos

El Rey, en su papel de Jefe del Estado, ofreció el día de Nochebuena un mensaje conciliador en el que ni siquiera mencionó la huida independentista que están protagonizando Artur Más y sus acólitos. Unicamente se refirió a la necesidad de aunar fuerzas para superar la encrucijada política y económica que vive España.

En cambio, quien la semana pasada resultó elegido presidente de la Generalitat gracias a su coalición con ERC no pudo tener una respuesta más desairada para con quien le tendió la mano con el deseo de caminar conjuntamente hacia la salida de la crisis. A la hora de emitir su propio discurso, Mas o sus asesores no tuvieron idea más brillante que la de tapar con con una cortina negra la imagen de Don Juan Carlos.

¿A quién se le ocurrió semejante desaire para con quien desde su magnanimidad adoptó una actitud nada beligerante hacia quienes desairan continuamente a la Corona y la unidad de España? Por todo ello, quizás haya llegado el momento de desprenderse de los complejos y del temor de ofender a los nacionalistas y utilizar todos los instrumentos que proporciona el Estado de Derecho para frenar semejantes desmanes.

Y puestos a empezar por el principio, la Abogacía del Estado ha pensado actuar contra casi 200 municipios catalanes que desde principios de septiembre han ido aprobando mociones en sus plenos municipales para declararse «territorio catalán libre».

En estas mociones, se reclaman avances para trabajar en la «Constitución» de la República Catalana y la creación de órganos de Estado independiente tales como una Hacienda o un Banco Nacional propios. Una iniciativa municipal que pretende coadyuvar en la huida hacia adelante emprendida por Artur Más y que culminaría con la celebración de una consulta ilegal sobre el derecho de los catalanes a decidir su propio destino.