Real Madrid

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Rachas

La Razón
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Cuestión trascendental, pero menos. ¿La BBC es innegociable? Depende... de las isobaras, de las isotermas, del anticiclón de las Azores, de las lesiones, de la fe del entrenador o de la presión medioambiental, léase entorno, Prensa, redes sociales y graderío. Iniciaban Benzema, Bale y Cristiano, el trío más famoso del cosmos balompédico, la fase de acoplamiento cuando muchos adversarios comprobaron la fragilidad de un Madrid tan ofensivo. Atacaban ocho, defendían el portero, Casemiro y dos más y el equipo se rompía porque a los tres de arriba les daba pereza bajar al barro. Entonces se lesionaba Bale, surgía el huracán Isco y el inmutable 4-3-3 dejaba paso al 4-4-2 y todo el mundo lo celebraba. Hasta que, un traspié tras otro, titulares, suplentes y mediopensionistas se caían de la Liga y se estrellaban en la Copa. Entonces, de vuelta al 4-3-3, a la BBC e Isco no sirve, el tridente es piedra filosofal.

La volubilidad del fútbol elige el destino, y marcan las cartas cuestiones tan dispares como su inestabilidad, los fichajes que salen rana, por falta de calidad o de aclimatación del individuo, y las rachas, las malditas o benditas rachas. Todo influye; pero más, las personas. Zidane ha sido baluarte del Madrid hasta que las líneas maestras empezaron a torcerse. El héroe ya no es inmortal. Ocurre con en el Atlético, demasiado tiempo sin ganar un título, esa costumbre tan agradable que al no repetirse encuentra justificación en el potencial económico de los dos grandes. Y en el Barça, , un entrenador de una pieza que ha devuelto credibilidad al fútbol del equipo, y consistencia, y ha consolidado dentro del campo a una pareja cuya sociedad trasciende del estadio: y . es el summum con cualquier compañero de baile; , ese jugador, peligroso en cada lance, que acredita la expulsión en el túnel de vestuarios. Pareja voraz y letal. Pero el trascendental es Messi.