Carlos Rodríguez Braun

Rallo y la libertad

Los enemigos de la libertad han popularizado el eslogan «sí, se puede». Con ello nos quieren transmitir la idea típicamente intervencionista de que se pueden alcanzar objetivos colectivos plausibles quebrantando la propiedad y los derechos de los ciudadanos.

En ese contexto llama la atención que alguien se atreva a sostener que la libertad puede ser defendida, que no sólo es digna, sino también factible. Es el caso del joven economista Juan Ramón Rallo y su reciente libro «Una revolución liberal para España», que publica Deusto. Planteado en dos partes, en la primera se presenta la visión general del traslado desde un Estado enorme y oneroso, que hoy carga a los ciudadanos con el equivalente al 50 % del PIB, hasta uno ligero, con una fiscalidad del 5 % del PIB. ¡Imposible!, aullarán los políticamente correctos.

Y entonces el profesor Juan Ramón Rallo procede a describir con detalle su revolución, caso por caso, abordando temas como: Estado de Derecho, servicios municipales, medio ambiente, infraestructuras, moneda y banca, promoción de empresas, mercado de trabajo, mercado eléctrico, investigación y desarrollo, educación, cultura y arte, pensiones, sanidad y asistencia social. Y, oiga, parece que sí, sí, se puede. Pero es básico no acobardarse frente a los políticos, los grupos de interés y los demás enemigos de la libertad, que desde púlpitos, tribunas y cátedras asegurarán que es imposible.