PP

Reaparición de Aznar

La Razón
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Hace catorce años que José María Aznar salió de la presidencia del Gobierno y de la primera fila de la política después de presidir el PP durante catorce años y ocho el Gobierno de España. Desde entonces hasta ahora sus apariciones públicas han estado rodeadas de una gran expectación ante las opiniones y mensajes que pudiera lanzar. Al normal interés que pueda tener en sí mismo la opinión de quien ha ocupado la primera línea de la política y las más altas responsabilidades de gobierno durante tantos años se une, en el caso de Aznar, la expectación generada por alguien a quien la izquierda y su extenso entorno mediático y social no le ha perdonado el haber acabado con sus años de hegemonía política, solos o con el apoyo de los nacionalistas –que consideran un derecho permanente del que nunca pueden ser privados–, y que pretendiera cambiar la sumisión de aquélla al eje franco alemán europeo por un mayor peso de España en Europa y en el mundo a través de nuestra incorporación como socio preferente al eje angloamericano. Y también, el progresivo alejamiento ideológico, político y personal de la dirección de su partido, jaleado con alharacas por esa prensa hostil con la aquiescencia en ocasiones de esta última.

El último episodio ha tenido lugar con motivo de la presentación de FAES como fundación independiente del PP, tras haber renunciado a la presidencia de honor del mismo hace escasas fechas. La prensa hostil (y la menos hostil) ha aprovechado para volver a excitar la confrontación y la que consideran provocación permanente de Aznar hacia la dirección del PP anunciando que su objetivo era la formación de un nuevo partido para aglutinar a la numerosa militancia desencantada. Incluso alguno ha llegado a publicar una encuesta en la que se asignaban porcentajes y escaños concretos si se producía. Por su parte, la dirección del PP ha reaccionado quitando importancia a lo que Aznar pudiera hacer o decir, como ha intentado hacer en tantas ocasiones anteriores, y una vez más no lo han conseguido. Tanto la relevancia dada por los medios a este evento como las múltiples declaraciones efectuadas por responsables del PP ponen de manifiesto cómo lo que Aznar hace o dice sigue despertando, si no el interés, sí la inquietud de todos ellos.

Muchos piensan que a Aznar no se le ha tratado bien desde su partido en este tiempo, pero también que en ocasiones no ha estado acertado con sus actitudes y opiniones al respecto. Discutir si fue antes el huevo o la gallina es un esfuerzo inútil e improductivo. Aznar es un activo del PP por su trayectoria al frente, por lo que consiguió para éste, y por su gestión al frente del Gobierno. No defender su gestión y la ideología con la que se identifica un partido y un proyecto ganador y de éxito por tacticismo o complejo, o reaccionar casi infantilmente amenazando con cambiar el Estatuto de los ex Presidentes del Gobierno ante la renuncia a la presidencia de honor, da pie a que todas estas actitudes de confrontación calen en unos y otros, abonando el campo de la expectación mediática ante sus presencias y la comparación permanente entre un presidente y otro. Y también al alejamiento de una parte del electorado o la fidelización de un voto resignado o miedoso.

Se celebró el acto y no habrá otro partido que el PP. FAES se dedicará a fabricar ideas y a ayudar a recuperar un discurso ideológico que tanta falta hace. Esperemos que así se entienda y aproveche a todos.