Réquiem in pace

Las alarmas suenan en Convergència i Unió. Las encuestas muestran unas heridas que son más graves de lo que parecen a simple vista. La hemorragia de votos lejos de mejorar, aumenta. Por eso, los líderes nacionalistas se empecinaron en vitorear una lista única catalana en las europeas. Dijeron, por activa y por pasiva, que sería un ensayo sobre el derecho a decidir. Que los ciudadanos darían un espaldarazo sin precedentes a una lista conjunta de CiU y ERC. Poco más o menos teorizaban que CiU+ERC=Cataluña. Han fracasado y la sombra de la derrota, más que posible, está en puertas. Intentaron alejarla en el tiempo pero la tienen a la vuelta de la esquina.

CiU tendrá que cerrar coalición con el Bloque gallego –también en horas bajas-, los peneuvistas de Urkullu y Coalición Canaria. ERC la cerrará con Bildu y la Alternativa de Beiràs. Los dos bloques acabarán conformándose con grupos de Valencia y Baleares. La fórmula matemática no verá la luz y. ERC no se ha dejado engatusar. Quiere consolidar el sorpasso y ganar las europeas con el filósofo José María Terricabras como cabeza de lista. Francesc Homs, el gran estratega, ha vuelto a recibir un revolcón. La idea de la lista unitaria partió de su despacho y ha acabado, una vez más, en agua de borrajas.

El gran ensayo sobre el derecho a decidir tendrá que esperar. CiU sigue desmadejada mientras ERC es el referente. Sólo Duran les para los pies. El resto de dirigentes nacionalistas intentan sobrellevar que ERC marque el camino. Sólo Puig y Gordó tienen arrestos y hacen oír su voz. Abogan por parar los pies a un Junqueras que ha puesto en el tablero una pregunta y presiona con la fecha. Tiene claro lo que quieren. Marca tiempos, define estrategia. Y tiene arma, su apoyo a los presupuestos.

Mas tiene tres semanas para enderezar el timón. Los socialistas le han dado la espalda. El PSC ha vuelto. Ha dejado de ser la muleta necesaria. Los de Iniciativa se están haciendo valer. Ya no son dóciles. Enseñan los dientes. Ciutadans i PP esperan pacientes. Duran avisa que preguntas con trampa no contarán con su apoyo. El consenso se antoja imposible sin que CDC se aleje aún más de los sentimientos que ha azuzado en los últimos meses y que se traducirán en votos en las europeas. Se debate entre estado soberano y estado independiente. Un nuevo movimiento en falso dejará la bandera que izó Mas en manos de ERC. Tendrá los efectos de un réquiem para CiU. Y Mas no quedará en paz