Respaldo popular

La suerte que tiene el ex presidente francés Nicolas Sarkozy es que tiene todavía un alto nivel de aceptación popular después de haber perdido las elecciones el año pasado,frente al socialista François Hollande. En Francia los políticos con un alto grado de popularidad en las encuestas suelen tener una larga vida política, sean del partido que sean. En el caso de Sarkozy, pertenece a una organización del centro derecha que ha dominado la vida política nacional durante muchos años y que tiene nombres representativos desde DeGaulle hasta Chirac o Juppé. Ambos últimos fundaron en 2002 la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que modernizó la derecha y gobernó el país hasta la derrota frente a los socialistas el año pasado. La popularidad de Sarkozy ha aumentado en los últimos meses por dos razones: la crisis de liderazgo dentro de la UMP y el desgaste acelerado que está sufriendo Hollande al frente de un Gobierno que no ha respondido a las expectativas de los franceses, en gran parte por la crisis económica.

Por lo que respecta a la UMP, la crisis en el partido nació a finales del año pasado después de que la costumbre francesa no permitiera que los presidentes puedan incorporarse a la vida parlamentaria cuando dejan de estar en El Elíseo. Ahí mantienen un duelo fratricida François Fillon y Jean-Francois Copé. El deseo del ex primer ministro de Sarkozy, François Fillon, de convertirse en el presidente del partido le llevó a someterse a unas primarias creyendo que las ganaría fácilmente, pero su sorpresa fue que el vencedor fue un desconocido alcalde de la UMP, Copé. Los resultados de las primarias, en noviembre pasado, prácticamente arrojaron un empate entre los dos y empeoraron sus relaciones personales, además de agravar la situación interna del partido y, hasta el momento, han fracasado los intentos de mediación. Sarkozy no entra en la pelea ni se pronuncia sobre sus preferencias. Nadie duda que volverá a presentarse en las próximas presidenciales, sobre todo si sigue manteniendo su alta popularidad en las encuestas.