Resta tensión

Mourinho no ha dado su brazo a torcer al anunciar que Iker Casillas será suplente contra el Levante. Simplemente ha querido restar tensión al asunto. Recuperándole para las listas de citados da a entender que cuenta con él, aunque pueda argumentar que aún no está en tan buena forma como Diego López. Induce a pensar que incluso lo alineará en algún partido poco trascendente para que vaya tomando contacto con la competición. Manda el mensaje de que de la misma manera de que en algunos clubes los entrenadores deciden alternar a sus dos buenos porteros dándoles oportunidades en Liga y Copa y encuentros sin grave peligro, él puede hacer lo propio.

Mourinho es tipo visceral y bronquista de natural, pero también tiene sentido común suficiente, para no mostrar todas sus cartas de una vez. A Casillas lo ha querido marginar en más de una ocasión y ahora, los hados le han sido propicios con la lesión y las buenas actuaciones de Diego. Casillas es patrimonio del club y con ello no se juega. Mourinho sabe que no puede retar al público del Bernabéu y, además, poner en un brete al presidente, Florentino Pérez, sobradamente convencido de que Casillas, salvo baja forma constatada, no puede ser marginado. Y ello, sin menoscabar el valor de Diego. De momento, mantener a éste es justo. Deportivamente, esperar a la recuperación total de Iker es teoría aceptable. Castigarle, como se teme, ruin venganza.

Posdata. Es error considerar que la polémica perjudicar a Florentino con vistas a las elecciones. Las ganará si bajar del autobús.