Toni Bolaño

Rubalcaba se reunirá con Mas para abrir la vía federalista

Después de la cadena humana se mantienen las posiciones. Rajoy ha contestado la carta que le envió Mas: ni consulta ni modificación constitucional. Sólo negociación de la financiación. Más, en sus trece: la consulta será convocada. No puede decir otra cosa ante la exigencia de la Asamblea Nacional Catalana y ERC que ya le piden fecha y pregunta. Las posiciones iniciales no se mueven un ápice aunque las puertas siguen abiertas. No es lo mismo lo que se dice en público que lo que se hace en privado.

El enconamiento de las posiciones abre posibilidades a una tercera vía que los socialistas quieren encarnar: la federalista. Tanto PSOE como PSC han aunado posturas para exigir a Mas y Rajoy que no la rechacen porque la «tercera vía» puede abrir las puertas a un encaje entre Cataluña y España y restañar heridas. La complejidad de la situación ha surtido el primer efecto: el acercamiento entre Rubalcaba y el primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro. La pasada semana ambos dirigentes mantuvieron una reunión en Madrid para analizar los movimientos de Mas y para acercar posturas sobre el modelo federal.

Pere Navarro es partidario de hacer la consulta pero el mismo día de la Diada dejó clara su posición inequívocamente independentista. Además, ha conseguido un pequeño éxito que ha quedado desdibujado por la cadena humana. A pesar del ruido mediático de las últimas semanas, los sectores nacionalistas del PSC brillaron por su ausencia en la manifestación independentista. Sólo Marina Geli –diputada por Girona– y Montserrat Tura –militante de base cada día más cercana a ERC– se dejaron ver junto a un puñado de alcaldes. Menos de los esperados. El resto de críticos se quedó en su casa. A pesar de las diferencias, la gran mayoría de este sector no es independentista y querían ser utilizados por los nacionalistas si hacían su aparición en la cadena humana. Que el líder de Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, reconocido federalista no asistiera a los actos independentistas «ayudó sobremanera» como reconocen líderes del sector oficial.

Este nuevo escenario ha permitido que tanto Rubalcaba como Navarro estén dispuestos a unir fuerzas para encontrar su sitio en este debate que se augura intenso en el próximo año equidistante entre Mas y Rajoy, que les permita marcar perfil propio, algo inexistente en los últimos meses. Las posiciones entre ambos aún tienen matices, pero son superables porque Navarro ha expresado, por activa y por pasiva, lo que muchos militantes y votantes socialistas –en Cataluña y en España– esperaban ansiosos: que el PSC se opondrá firmemente a los planes separatistas de Mas.

El primer paso de Rubalcaba y Navarro –al margen de reiterados mensajes a un electorado socialista perplejo y huérfano de propuestas pero, sin duda, importante en el futuro de Cataluña– es mantener un encuentro con el presidente catalán Artur Mas. No será el primero. Ya tuvieron uno en la sede del PSOE después de la elección de Rubalcaba como secretario general de los socialistas.

El encuentro será inmediato, pero no este fin de semana. Rubalcaba está en Barcelona para asistir a la Fiesta de la Rosa, el acto anual de la Pineda de Gavá, en el área metropolitana de Barcelona. Fuentes del entorno de Navarro comentan que «hay que esperar que repose el suflé de la manifestación» para hablar con Mas en un encuentro público. Sin embargo, los socialistas catalanes tienen pocas expectativas sobre el resultado de esta reunión porque «Mas está preso de ERC a la que necesita para aprobar los presupuestos». No va a cambiar de tercio porque sus esfuerzos se centran en tensar la cuerda con Rajoy para forzar la consulta.