Iñaki Zaragüeta

Rubalcaba sin pudor

El sentido del pudor es algo desconocido para Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo demostró el pasado viernes con su intento de aprovecharse de la coyuntura actual librada por la Asociación de las Víctimas del Metro. El secretario general del PSOE no ha movido un dedo ni se ha preocupado durante casi siete años de su situación, el tiempo transcurrido desde aquel trágico accidente, a pesar de que entonces pertenecía al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como ministro del Interior.

Quien pretende ser alternativa en la gobernación de España está obligado a una conducta reflexiva y justa, no a buscar cualquier ocasión para liderar procesos de desestabilización. La movilización de algunas familias de las víctimas puede comprenderse aunque la realidad presente serias dudas sobre ella. Sin embargo, Rubalcaba debería tener en cuenta que la Justicia ya se pronunció con reiteración responsabilizando del accidente a un exceso de velocidad.

En cualquier caso, la reacción del Gobierno de la Generalitat anunciando la puesta a disposición de la Fiscalía de toda la información que dispone, revela una actitud certera. Pero ello no indica la existencia de nuevas pruebas como algunos se empeñan en trasmitir.

En ese sentido, se expresó perfectamente el presidente Alberto Fabra al señalar ¿por qué hay que creer a personas que ahora, después de haber sido sancionadas por su conducta y haber sido relevadas de su cargo, cambian sus declaraciones y no a quienes las mantienen desde el primer minuto? Así es la vida.