Política

Salida sin más

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Ya se ha dado el disparo de salida para preparar la sustitución de Gabilondo al frente del PSOE de Madrid. El modus operandi es inconfundible, primero se cierra toda posibilidad que no pase por el abandono del escaño para ir testeando la predisposición o reticencia del saliente.

A continuación se comenzará con la confección de un traje a medida resaltando los handicaps y desaciertos, que podrán ser modulados según el grado de aceptación de la decisión tomada por la dirección.

Además, quien conozca internamente un partido, verá que solo hay dos maneras de resolver una situación como la de Gabilondo: la primera es no agitar el ámbito mediático y nombrarle ministro en el momento procesal oportuno, tal como hizo el presidente Zapatero con Trinidad Jiménez, cuando era portavoz en el Ayuntamiento de Madrid o, por el contrario, poner las luces de neón en la puerta de “salida sin más”.

En el caso Gabilondo hay varias certezas. La primera es que la decisión que ha tomado la más alta instancia socialista es que no debe continuar. La segunda, que, de momento, solo le han indicado la puerta, la presunta postulación para ministro o Defensor del Pueblo, solo nacen del entorno más cercano al portavoz en la Asamblea de Madrid y del grupo de comunicación que le arropa por razones conocidas.

En tercer lugar, el proceso de distanciamiento público de la dirección nacional, la constante apelación a cuestiones personales como la edad y el baile de nuevos nombres para sustituirle, no son la manera de mantener el prestigio de alguien con quien se quiere contar para otras cosas.

En cuanto a uno de los posibles sustitutos, ya se ha apuntado a Rodríguez Uribes, que encaja perfectamente con las necesidades de Sánchez. Joven, académico, intelectualmente solvente, experiencia en gestión y sin ningún peso en el PSOE de Madrid. Es decir, alguien inatacable y perfecto para que la cosa interna siga en las manos que debe estar, el control interno es muy importante.

Sinceramente, lo de Gabilondo tiene más pinta de jubilación que de nuevo nombramiento, de ahí las insinuaciones que desde su equipo más íntimo han empezado a señalarse dibujando un hombre utilizado, que ha soportado estoicamente todo lo interno y, ahora que ha fracasado, se desprenden de él sin indemnización.

Pero lo que parece que más le está afectando al portavoz es que, estando de cuerpo presente, haya empezado el casting para elegir sustituto. Esto no debería extrañarle al catedrático de Metafísica, también él llegó así, ratificando que el socialismo madrileño es como el día de la marmota, pero cambiando los papeles asignados a los actores.

Aunque también es cierto que algunos siempre están en el mismo rol, generalmente segundones de la interpretación, como alguno que lleva desde 1995 en el escaño autonómico con el anonimato como la única habilidad destacable o algún otro caso que cansado de papeles de alzapuertas, se ha especializado como tramoyista, fundamentalmente en las cosas de la cerrajería.