Marta Robles
Se les quedó pequeño!
Érase una vez un acelerador lineal superconductor, llamado a ser la joya del Centro de Investigación de la Energía de la Universidad de Huelva. El aparatito en cuestión tenía, además de un montón de utilidades científicas en el área de la investigación tecnológica, unos usos concretos más que esperanzadores para el tratamiento del cáncer. Naturalmente, costaba un dineral y por eso, además de porque significaba una revitalización para la provincia, debía ser colocado en un sitio específicamente diseñado a tal fin, para poder sacarle todo el partido. El acelerador, que fue presentado hace ahora un año y medio, recibió del entonces Ministerio de Ciencia una dotación de 15,4 millones de euros, lo que se dice una pasta, para ser asentado en los terrenos del Parque Científico y Tecnológico de Huelva...Y hasta ahí, todo bien.
Peeero, resulta que el edificio en el que debía ser instalado ¡se les quedó pequeño! Como lo leen. ¿De quién ha sido la culpa de que el proyecto de tal ubicación (por fortuna aún sin construir) no fuera medida como corresponde? Pues, ya saben: «Éste me dijo que...», «aquél me contó como...». Y el uno por el otro, la casa sin barrer. La realidad es que, a día de hoy, el acelerador aún anda sin situar.
Y, aunque dicen que, al menos, como no ha habido ejecución de proyecto, el asunto no costará más dinero, ahora hay que esperar el visto bueno del actual Ministerio de Economía, porque convertirlo en realidad requiere una inversión cercana a los treinta millones de euros. ¡Y teniendo en cuenta la velocidad a la que van los proyectos cuando cambian de Gobierno y de Ministerio...!
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