Iñaki Zaragüeta

Sigue el tiempo de peligro

Ha cumplido el primer mes y con ello ha pasado medio Rubicón del impacto carcelario. Alguien muy conocedor de la conmoción en el carácter de una persona por la entrada prisión le comentó a mi amigo Rogelio que ese choque, marcado por el miedo y el desasosiego, es el más peligroso durante los dos primeros meses, sesenta días , sólo superado por un reingreso después de haber sido puesto en libertad durante un tiempo. Es lo más terrible.

Luis Bárcenas ha cumplido sus primeros treinta días y continúa en situación de riesgo, sigue en periodo de impresión individual, sujeto a las consecuencias que de ello se derivan. Resta, pues, otro mes para tener una idea de por dónde transcurrirán los acontecimientos. Lo que es evidente que su entrada en presidio, provocó un cambio de estrategia en su defensa aunque, lejos de servir para aclarar el horizonte, sólo se ha caracterizado por poner el marcha el ventilador.

Dicho esto, poco a poco, las cuestiones penales van concentrándose exclusivamente en él, en la existencia de cuentas por valor de 48 millones de euros que hasta ahora no ha podido justificar. Es por lo está en el trullo. Lo demás transcurre con más ruido que nueces. Eso sí, un estruendo mediático que si, cuando pase un tiempo, queda exclusivamente en la condena del extesorero del PP, a alguno se le deberían pedir responsabilidades por el engaño y la incertidumbre a los que nos ha sometido. Bárcenas quizás debería aprender de otra persona experta en sentir el peso de los barrotes, Mandela, «la prisión es una tremenda educación en la paciencia y la perseverancia». Así es la vida.