Marta Robles

Sin cotización pero con remuneración

Cuando uno anda estudiando y aún no tiene idea de qué le deparará el futuro profesional no hay mayor gloria que la de lograr unas prácticas y ser becario. No es que tal situación sea una panacea, pero aporta la seguridad suficiente a sus protagonistas como para que sepan si el camino que eligieron es el que de verdad quieren seguir. Su presencia en las empresas, además, no sólo les enriquece a ellos. Salvo excepciones, los becarios se esmeran tanto como pueden y proporcionan un gran apoyo a los trabajadores que intercambian con ellos sus conocimientos. Por eso, siempre he pensado que estas primeras prácticas profesionales deberían ser obligatoriamente remuneradas. De todos es sabido que, en los últimos y difíciles tiempos, muchos se han aprovechado de los becarios y les han ofrecido esas prácticas profesionales en las que se les exprime tanto como se puede (lo cual entiendo como un beneficio para ellos) a cambio de nada. Algunas empresas se han justificado diciendo que ese aprendizaje en el mundo real de los becarios les cuesta más dinero que sus servicios, porque implica una cotización a la Seguridad Social...Yo no lo creo. Pero sí considero que si no se prescinde de esa cotización es posible que muchos empresarios las supriman. Las universidades lo saben y por eso han pedido al Gobierno que elimine esa cotización...Y parece que el Gobierno ha decidido hacerles caso, aunque sólo en lo que se refiere a las prácticas obligatorias. Las que no lo son, seguirán cotizando. Lo que yo espero es que tanto en unas como en otras, el Gobierno se preocupe también de que los becarios cobren. Los créditos y la experiencia son impagables...Pero no tanto.