Sopa Merkel

Este fin de semana vamos a tener a Merkel hasta en la sopa por su miniperegrinación en el Camino de Santiago y sus encuentros con Rajoy. Por cierto, que el plato preferido de la canciller alemana es justamente la sopa de patata. Días atrás, recién vuelta de vacaciones, realizó una visita a un centro de emergencias y, al pasar por la cocina, descubrió que los trabajadores del mismo lo estaban cocinando en una cacerola. Ni corta ni perezosa, se paró, se puso un mandil y arreó unos cuantos meneos al guiso con un cucharón. Por esta anécdota, y otras más, dicen los que siguen sus andanzas que ha retornado de su descanso pletórica y en forma. En España se va a dar mucho aire a esta visita, mientras que en Alemania es una más dentro del apretado calendario de viajes de Merkel. ¿Qué es lo que puede plantear Rajoy durante sus encuentros? Pues, a corto plazo, pedir su apoyo para el nombramiento de Luis de Guindos como próximo presidente del Eurogrupo y para conseguir una cartera de peso en la nueva Comisión Europea. A medio plazo, de este encuentro podría salir un eje de gobiernos conservadores dentro de los estados «pata negra» de la UE, con el apoyo de España a las tesis de Merkel en los planes que tenga para la UE, como, por ejemplo, la reforma de los tratados. Es seguro que, durante su peregrinación, los dos jefes de Gobierno aprovecharán para sacar pecho: Rajoy venderá que hemos salido del túnel y que ya estamos en el selecto club de los países con deuda barata, junto a Alemania y Suiza, mientras que Merkel dirá que sí, pero que eso ha sido porque hemos seguido sus recetas.