César Vidal

Sugerencias para 2018

La Razón
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Aquí está el año nuevo y les ruego que me permitan compartir algunas sugerencias. 1. Rechace la ansiedad. 2018 va a ser morrocotudo siquiera por las nuevas subidas de impuestos, el cáncer de Cataluña y las castas políticas. Con todo. No durará más de doce meses y la vida continuará. Preocupaciones, las menos. 2. No se apresure. Jesús invitó a observar los lirios del campo y las aves del cielo para entender la vida. No permita que los políticos, los medios y otros expertos en manipulación lo achuchen engañándolo. Reflexione sobre la verdad y no tolere que otros piensen por usted. 3. Sea aunque no tenga. Lo que haya ganado honradamente con su esfuerzo intentará quitárselo, con razón o sin ella, Montoro y más en 2018 cuando el Banco Central Europeo va a dejar de comprar la deuda pública. Céntrese en su interior porque lo que usted sea por dentro nadie podrá arrebatárselo jamás. 4. Paladee cada instante. Los buenos momentos no regresarán, pero pueden guardarse para esa época en que los necesite. 5. No espere soluciones de los políticos. Ya tienen bastante con los casos de corrupción o mantener colocada a su gente. No se haga ilusiones de que tengan tiempo para pensar en usted. 6. Cuide de sus amigos. Los verdaderos se distinguen porque si vienen mal dadas seguirán a su lado. En cuanto a los otros, si los pierde no lo lamente. La pena es que no desaparecieran antes. 7. Escuche, pero sin compromisos. Desconfíe de los que adulan o envidian. No pierda el tiempo con ellos. Cuando vea a alguien que parece saber de todo y no sabe, en realidad, nada, huya de él como de la peste. 8. Ignore a los que sufren porque a usted le van bien las cosas. Allá ellos si desean amargarse la existencia porque a usted le va bien en algo. Si se quieren condenar que se condenen. 9. Lea con calma y atención la Biblia. En estos tiempos difíciles, resultan indispensables para la vida cotidiana las verdades eternas y 10. Confíe en Dios. Es mucho más fiable que el gobierno, el sistema bancario o el cobro de las pensiones. Nadie lo escuchará, lo guardará y lo protegerá como Él y además –aunque algunos pretendan lo contrario– no cobra por ello. Y ya está. Les deseo un próspero, sosegado y feliz año 2018.