Todo puede ir a peor

Francesc Homs no quiere ser el caballero de la triste figura. Las encuestas lo envían al furgón de cola y, por primera vez desde la Transición, Convergència se puede quedar sin grupo parlamentario. O bien porque no tenga el mínimo de cinco diputados, o bien porque en al menos dos provincias –Barcelona y Tarragona– no obtenga el 15% de los votos. Con este panorama, Homs está de los nervios y ha decidido dar un paso al frente y ordenarse caballero, pero al estilo Sant Jordi. A los lomos de un brioso corcel –un tal Mas disfrazado– y lanza en ristre arremete contra los dragones que amenazan el liderazgo soberanista de CDC. Por un lado, mete sus puyazos a ERC, a los que considera desleales. Por otro, contra la ANC, que, a la vista del fiasco Puigdemont, está dejando a CDC más sola que la una y, cómo no, arremete contra la CUP, que los ha elevado al altar de los traidores. Un altar muy concurrido. Allí están todos los «botiflers». Los populares de Albiol, los Ciudadanos de Inés Arrimadas, los socialistas de Miquel Iceta y Meritxell Batet, y ahora también amontonados los chicos de Colau, que le están robando la merienda y le van a ganar las generales en Cataluña. Homs no se arredra e, inasequible al desaliento, se lanza exaltado contra todo aquel que osa cuestionar la fe en la religión convergente omnipresente en Cataluña desde hace 40 años. Hasta la «Moreneta» los ha abandonado. La cosa está chunga.

El PP gana en Madrid y el PSOE no remonta. Pedro Sánchez se quedará con seis diputados, tras Podemos y Ciudadanos, y Eduardo Madina volverá a quedarse en la picota, por voluntad expresa del secretario general socialista. Para animar el cotarro, el PP de la capital, el liderado por Esperanza Aguirre, va a repartir un especial de La Rue del Percebe. No tengo claro que, con el «remake» del cómic de Francisco Ibáñez, los populares consigan más votos, pero lo evidente es que hará las delicias de los periodistas. Será material de primera para artículos, columnas y tertulias de todo tipo de pelaje. La cosa está chunga.

Si nos vamos más abajo de Despeñaperros, los mandobles nublan el paisaje. Podemos mejorará resultados por el matrimonio civil entre Izquierda Unida y los morados. Juan Manuel Moreno Bonilla, tras los últimos tropiezos, por fin ve luz al final del túnel y el PP acaricia la posibilidad de ganar, aunque sea de penalti y en el último minuto, a Susana Díaz. La «presidenta-lideresa-eternasucesora» se está dejando la piel para evitar lo peor. No obtener un buen resultado en el granero del PSOE no es una buena nueva a sus aspiraciones. Sin embargo, la lideresa andaluza en peores plazas ha toreado y se aconseja no vender la piel del oso antes de cazarlo. La cosa está chunga.

Allende los mares, llegamos a las Islas Afortunadas. Dicen que lo son desde hace siglos, pero no parecen llevar la fortuna a Ana Oramas, la candidata de Coalición Canaria. La que fuera alcaldesa de La Laguna parece estar sometida al fantasma de «La Casa Lercaro» –el último libro de la muy recomendable trilogía «La Ira de Dios» ambientada en su ciudad–. Los nacionalistas canarios lograron un escaño por Tenerife el 20-D pero el ascenso de Podemos y PP ponen a Oramas como relleno del bocadillo y la dejan en la estacada. Será un duro mandoble para CC quedarse fuera. Lejos quedan los tiempos en los que lucían con brillo grupo parlamentario propio. La cosa está chunga.