César Vidal

¿Tontos pa' siempre?

La Razón
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Allá por el año 2012, José Mota apareció en la pequeña pantalla, disfrazado del cardenal Richelieu y gritando a voces: «Tonto, que eres tonto, del to´, no pa´ un rato, no, tonto del to´, pa´ siempre, tontoooo». El episodio alcanzó fortuna hasta el punto de que en los años siguientes se convirtió en conclusión añadida a declaraciones de políticos que eran difundidas por internet. Yo mismo no pude evitar recordar el conocido episodio cuando supe que el Ayuntamiento de Madrid, que tan bochornosamente desgobierna Manuela Carmena, había encargado un informe para determinar el impacto de género del soterramiento de la M-30. Confieso que, en un primer momento, pensé que también era una de las historias de José Mota, pero pronto me enteré de que era totalmente real y que incluso la inefable Rita Maestre había aparecido en público defendiendo la medida. Por si cabía alguna duda –yo no la tenía– el asesor Garzón comunicó a través de las redes sociales que el estudio de género tenía toda la razón de ser porque las mujeres viajan más en transporte público que los hombres y, por añadidura, al estar más tiempo en casa también sufrieron más los ruidos de las obras. Ante semejante suma de dislates, algunos pensarán que la ideología de género ha dañado las neuronas de estas personas de tal manera que han quedado tontos, pa´ siempre. Yo lo pensé por unos instantes, pero, inmediatamente, me di cuenta de que erraba gravemente. Resulta que las empresas que van a realizar los informes para el ayuntamiento de Carmena y que serán pagadas con el dinero de los contribuyentes, en tres de los cuatro casos, están vinculadas con Ahora Madrid. He llegado, por lo tanto, a la conclusión de que no son, como se puede pensar a primera vista, tontos pa´ siempre. Ciertamente, lo pueden parecer al intentar imponer la ideología de género con todos los disparates que la caracterizan. La realidad, más bien, es que se trata de avispados políticos que utilizan el dinero arrebañado por Montoro a los contribuyentes para repartirlo entre próximos. A la vista de lo acontecido, si hay alguien que se merece el calificativo de «Tonto, que eres tonto, del to, no pa un rato, no, tonto del to, pa siempre, tontoooo» son aquellos que, de buena fe, votan a Podemos y repiten como papagayos las consignas de la ideología de género.