Andalucía

Un domingo cualquiera

La romería del Soma-UGT, la rama minera del «holding» sindical que dirige Cándido Méndez, ha pasado a la historia. Por primera vez en más de treinta años no veremos en la campa de Rodiezmo a Alfonso Guerra con el pañuelo rojo y el puño en alto cantando la internacional y obsequiándonos con su florida demagogia. Él era ya la única atracción de cierto interés desde que ZP dejó de ir en el año 2010, y con él las ministras del frente (rojo) de juventudes como Leire Pajín o Bibiana Aído. Ni la minería está para fiestas, ni la UGT para exhibirse después de los escándalos que esta protagonizando en Andalucía donde tiene que aclarar muchas cosas relacionadas con su financiación y el uso de los dineros públicos que estaban destinados a la ayuda a los parados. Los socialistas que iban a Rodiezmo hoy están ocupados en pedir constantemente explicaciones a Rajoy por el caso Bárcenas, y seguro que han respirado tranquilos al enterarse de que la romería de los bollos preñaos y la sidrina se suspendía por falta de quórum. A pesar de que alguno de ellos, como el secretario de Organización de la actual Ejecutiva del PSOE, Óscar López, el látigo que fustiga a los populares por tierra, mar y aire cada día, no tiene ningún empacho en mostrar en público sus ataques de amnesia cuando algún periodista le pregunta por los ERE de Andalucía y las implicaciones del sindicato hermano en el despilfarro de dinero público. A partir de ahora el primer domingo de septiembre se convierte en un domingo cualquiera para los aficionados al canto de la «Internacional» y los discursos de trazo grueso, de brocha gorda, con la que nos obsequiaban hasta ahora los Guerra, Méndez y compañía. La brocha la tendrá que utilizar UGT para disimular los desconchones que en su credibilidad están causando sus andanzas financieras.