Iñaki Zaragüeta
Un gesto de justicia
Si es verdad que Mariano Rajoy no da puntada sin hilo, su comparecencia en Peñíscola para cerrar la Convención del PP de la Comunidad Valenciana merece un análisis especial, más en un tiempo en que muchos la tienen en su punto de mira y cualquier suceso, judicial o no, ninguno del calibre como los ERE de Andalucía o la trama de los Pujol, obtiene un tratamiento mediático desmesurado. Es el primer acto de partido al que asiste desde que accedió a La Moncloa. Parece que Madrid ha percibido la imposibilidad de mantener el Gobierno sin la victoria en tierras del levante peninsular. Así lo reconoció en su alocución para regocijo de los populares valencianos, que desde hace algún tiempo sienten el abandono de la calle Génova y la Moncloa. La cara de los prebostes del PPCV rebosaba satisfacción cuando reconoció que sin esta tierra nunca hubiera llegado al triunfo. Sólo Madrid aporta ese caudal millonario de votos. Tan importante reconocimiento disfrazó el tenue compromiso sobre el cambio del sistema de financiación de la Comunidad Valenciana, 1.200 millones de euros por debajo de la media nacional. El gran ambiente reinante en el foro del Papa Luna hizo aceptable la idea de que el Gobierno tendrá en cuenta ese problema cuando se acometa la reforma tributaria. Rajoy tuvo un gesto de amistad y justicia al reconocer la importancia de Rita Barberá, «la primera que ganó», precisamente ahora que alguien se empeña en buscarle tres pies a su gato. Para Alberto Fabra y sus compañeros, Rajoy dio por dinamitado aquel pensamiento «el agradecimiento es una carga y todos tienden a olvidarse de ella». No es poco. Así es la vida.
✕
Accede a tu cuenta para comentar