Toni Bolaño
Un líder con demasiado pasado
«No es que Rubalcaba esté en todo, es que le llaman para todo». Esta frase, pronunciada en 2011 por Rodríguez Zapatero, define la trayectoria política de Alfredo Pérez Rubalcaba, doctor en Ciencias Químicas y profesor titular de Química Orgánica que habla con fluidez inglés y francés, y tiene conocimientos de alemán por su paso por la Universidad de Constanza. Con 18 años vio morir en circunstancias poco claras a su compañero del Colegio del Pilar, Enrique Ruano, a manos de la Brigada Político-Social, lo que le llevó a afiliarse al PSOE en 1974. Desde entonces siempre se ha caracterizado por dar la cara y ser la mayonesa de todas las salsas. Lo conocieron muchos españoles cuando era el rostro del Gobierno de Felipe González en las manifestaciones estudiantiles protagonizadas por el Cojo Manteca en la década de los 80. Ha sido de todo. Diputado por Cádiz, Cantabria, Toledo y Madrid, Vicepresidente, ministro de Interior, Presidencia, Educación, portavoz del Gobierno, portavoz del PSOE, y ahora líder de la oposición.
Después de más de 30 años ejerciendo de cocinero a Rubalcaba se le ha cortado la mayonesa. Dicen los entendidos que la salsa puede recuperar su sabor y su textura si se añaden dos cucharadas de agua caliente y se emulsiona de nuevo. Alfredo, fiel a su carácter, no se da por vencido. Y ahí lo tenemos, batidora en mano. Sus esfuerzos no consiguen volver a dar frescura a la salsa porque no fallan los ingredientes. Falla el cocinero. Ésa es la conclusión a la que han llegado muchos dirigentes territoriales del PSOE. Hasta el propio Rubalcaba es consciente de que es hora de tirar la toalla porque la izquierda española está huérfana y necesita un líder con futuro. No con pasado.
Sin embargo, Alfredo no se va a dar por vencido tan fácilmente. No es su estilo. Quiere marcar la sucesión y hace oídos sordos a las voces que claman por un nuevo discurso que vuelva a conectar con la calle dando protagonismo a los militantes, cada día más desmoralizados.
El PSOE es un partido centenario que ha subsistido porque siempre ha sabido adaptarse a las nuevas condiciones políticas, sociales y económicas. La crisis ha hecho estallar las viejas recetas por los aires. Hacen falta nuevas recetas para las nuevas situaciones. Por eso, se han de buscar nuevos cocineros. Los viejos expertos no sirven para volver a cuajar la mayonesa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar