Daniel Portero

Un paso hacia la impunidad

Mal empieza el fiscal superior del País Vasco cuando acaba de abrir la caja de los truenos de la impunidad absoluta de ETA, Batasuna y todos sus sucesores. Calparsoro ha decidido archivar las diligencias que abrió contra la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Laura Mintegi, por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo, al afirmar que el asesinato del líder del PSE-EE alavés Fernando Buesa, y otras víctimas de ETA, fue de «origen político» y podría haberse «evitado» mediante el diálogo. Con ello abre la «caja de Pandora» para que los filoetarras puedan denominar «presos políticos» a los asesinos de ETA, sin haber tenido en cuenta el sufrimiento y dolor que causa esta expresión a todas las víctimas del terrorismo y sus familiares. Además, el fiscal vasco desatiende la petición del fiscal general Torres-Dulce en su enésima desobediencia al máximo exponente de la carrera fiscal. Calparsoro también es conocido por no defender la «doctrina Parot» e importarle poco las consecuencias de la puesta en libertad de los asesinos múltiples a los que se le aplica esta doctrina. De hecho, durante los días de celebración de la vista del «caso Inés del Río», el pasado marzo, Calparsoro ya hizo declaraciones públicas al respecto, sabiendo perfectamente que los juristas no deben interferir en decisiones judiciales previas a la sentencia, como es el caso. También ha opinado sobre la «reeducación policial» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad porque ETA había cesado su actividad terrorista, cuestión que no le compete en absoluto pero de la que se atrevió a opinar cuando es un debate planteado por la propia ETA. En fin, está claro que Juan Calparsoro no parece entender ni comprender el dolor y sufrimiento de muchas víctimas del terrorismo, lo que es bueno recordar desde nuestro colectivo y, en especial, mi persona, pues conozco bien cuáles son los auténticos principios de legalidad e imparcialidad del Ministerio Fiscal.